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¿Cómo escapa de los enemigos el conejo?
Mecanismos de defensa del conejo
El conejo se ve sometido a una gran presión predatoria porque tiene muchos enemigos naturales. Para intentar evitar se capturado por un depredador, este mamífero herbívoro está dotado de una serie de sistemas o mecanismos defensivos que le aseguran la supervivencia.
Algunos de los principales mecanismos defensivos del conejo son:
- Adaptaciones anatómicas del conejo: El conejo está provisto de un pelaje mimético que le evita ser descubierto por sus enemigos. Los ojos del conejo se sitúan lateralmente para dotarle de una gran campo de visión.
- Adaptaciones reproductivas del conejo: Este herbívoro presenta un eficaz sistema reproductivo para multiplicarse intensamente y superar así la presión que le ejercen los numerosos enemigos que tiene. Otro rasgo adaptativo a tener en cuenta es que la madre tiene poco contacto con sus crías.
- Comportamiento adaptativo del conejo: Una vida en grupo, unos hábitos nocturnos y crepusculares y un modo de vida discreto son algunas formas que tiene el conejo de defenderse de sus muchos depredadores.
- Durante el día, este mamífero prefiere ocultarse entre la vegetación para protegerse de sus muchos depredadores que le acechan continuamente. Sin embargo, ni así consigue escapar de todos ellos, pues la actividad nocturna del conejo coincide con uno de sus principales enemigos, el búho real y los animales diurnos están provistos de estrategias para descubrirlo.
Este mamífero herbívoro vive en grupo y cada uno de los miembros del grupo defiende la zona central de su territorio contra los enemigos. Los individuos dominantes viven en la zona central, mientras que los individuos sumisos tienen su territorio en la zona periférica, de modo que están menos protegidos contra los depredadores.
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Otras adaptaciones del conejo
El pelo grisáceo de los costados, dorso y cabeza del conejo le dan un gran mimetismo con el paisaje. Por ello, entre el paisaje y el conejo, normalmente sólo se distingue la mancha blanca de la cola levantada del conejo cuando huye corriendo, que en realidad es una llamativa señal de alarma para sus congéneres.
Cuando cualquier conejo del grupo percibe un fenómeno nuevo e inesperado, como un ruido, la presencia de algo o cualquier olor extraño, informa al resto del grupo de que existe un peligro, golpeando el suelo con una de sus patas traseras. Percutiendo así el suelo, el sonido retumba en la caja de resonancia que suponen los huecos de las galerías de la madriguera.
La madre mantiene escaso contacto social con sus crías como estrategia para disminuir las posibilidades de atraer la atención de los depredadores. Para conseguirlo, los gazapos sólo maman una vez cada 24 horas durante menos de 5 minutos. Después de salir la madre de la cámara de cría, la vuelve a sellar.
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8 agosto, 2024