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¿Para qué se utilizan los caracoles?
El caracol es útil no sólo para el hombre, también lo es para la naturaleza, como parte integrante del ecosistema del que forma parte. Sin embargo, no todo lo que aporta este invertebrado es bueno, pues se considera un animal perjudicial para la agricultura, al ser visto por el hombre como una plaga de las plantas, por sus hábitos voraces de animal herbívoro.
El caracol en medicina y cosmética
Distintos trabajos científicos llevados a cabo en el siglo XX sobre el caracol vienen a confirmar que este molusco tiene propiedades medicinales debidas a un componente llamado helicidina.
De la helicidina, se fabrica un jarabe para la tos, útil para enfermedades respiratorias.
Existen varios remedios naturales alrededor de este molusco, aprovechando las propiedades cicatrizantes del caracol para tratar problemas de piel, como quemaduras.
La baba de caracol tiene alantoína y glucoproteínas, ambos componentes tienen propiedades regeneradoras de las células. La baba de este molusco también contiene péptidos con propiedades antimicrobianas. Por otro lado, en la baba de caracol, hay enzimas que sirven para eliminar las células muertas de la piel, actuando como exfoliante natural.
El caracol como mascota
Ciertas especies de caracoles se pueden mantener como en un terrario como animal exótico o mascota, tal es el caso del caracol gigante africano, de nombre científico Achatina fulica, como representante de caracol terrestre. El caracol manzana (Pomacea bridgesii) es un caracol acuático de agua dulce muy utilizado como animal de acuario. Sus colores amarillo dorado o casi anaranjados le dan a este caracol de acuario un aspecto muy bello. Y se trata de una especie de caracol totalmente inofensiva para las plantas del acuario.
Los caracoles melanoideos, como el caracol malasio (Melanoides tuberculata), son apreciados en acuarios porque sirven para airear el suelo cuando se hunden en él durante el día.
La mayoría de caracoles acuáticos comen algas y detritos, por lo que son buenos basureros y limpiadores de cristales.
- Ver más sobre: Mascotas exóticas
El caracol como alimento
Distintas especies de caracoles son criadas por el hombre para consumo humano, como el caracol de viña, de nombre científico Helix pomatia, el caracol común de jardín (Helix aspersa) y el caracol turco (Helix lucorum), como principales especies de caracoles comestibles de Europa, en lo que se conoce como helicicultura.
En Europa, Francia, Italia y España son los principales países consumidores de caracoles y, en menor medida, Portugal, Grecia y Alemania. Otros países del mundo que aprecian también al caracol como alimento son Estados Unidos, Japón y distintos países de Oriente Medio.
La achatinicultura es la cría de caracoles gigantes africanos, como Achatina fulica.
- Ver más sobre: Cría del caracol / Cría de animales
El caracol en la naturaleza
En la naturaleza, el caracol forma parte de la dieta de otros animales omnívoros o carnívoros, como el erizo o el zorzal, en el caso del caracol terrestre o de las garzas y patos, en el caracol de agua dulce.
Este molusco también contribuye en la aireación, formación y fertilización del suelo, por formar parte de la fauna edáfica o fauna del suelo.
Por otro lado, el caracol acuático constituye parte imprescindible en el ciclo biológico de ciertos parásitos de mamíferos, como el gusano plano Fasciola hepatica.
- Ver más sobre: Tipos de caracoles comestibles / Utilidad de la fauna salvaje
Se recuerda que el comercio y la tenencia de animales exóticos por parte de particulares en muchos países está regulada por la ley.
Más información sobre el caracol.
2 febrero, 2023