Contenidos
- 1 Hábitat del caracol romano
- 1.1 ¿Cuál es el origen de esta especie?
- 1.2 ¿Cuál es el hábitat del caracol romano?
- 1.3 ¿Actualmente, en qué otros países habita este molusco?
- 1.4 ¿Por qué este invertebrado ha llegado tan lejos?
- 1.5 ¿Por qué este caracol tiene potencial invasor?
- 1.6 ¿Qué otras especies invasoras de caracoles existen?
- 1.7 La fauna se adapta a los cambios
Hábitat del caracol romano
¿Cuál es el origen de esta especie?
Se cree que el origen de este caracol terrestre se sitúa en la Europa Central y en el sureste del mismo continente.
¿Cuál es el hábitat del caracol romano?
Este invertebrado habita en los bosques poco densos y en las zonas de matorral, pero también en los espacios abiertos, en viñedos, jardines y en parques.
Este animal necesita de ambientes cálidos pero húmedos y de suelos calcáreos, y evita los cultivos intensivos, aunque le gusta ocupar las zonas próximas a cultivos agrícolas de prácticas más extensivas, donde encuentra su alimento.
¿Actualmente, en qué otros países habita este molusco?
En la Actualidad, el caracol romano puede verse en otras partes de su área de distribución original, como en Norteamérica, en América del Sur, Australia, Nueva Zelanda o el norte de África.
¿Por qué este invertebrado ha llegado tan lejos?
Esta especie ha sido considerada tradicionalmente un manjar exquisito, especialmente en algunos países como Francia, motivo por el cual se ha criado en granjas, a veces, fuera de su lugar de origen.
Introducción accidental
El escape de individuos o su liberación en el medio natural son un factor que explica porque el caracol romano se encuentra en algunas zonas del planeta, como en Australia o América del Norte.
La recolección de los caracoles introducidos, movido el sujeto por la curiosidad que representa ver un ejemplar de tales dimensiones, y liberados en otros puntos, explicaría su expansión dentro del área de introducción.
Se trata de una especie urbana
El carácter sinantrópico o urbano del caracol romano es quizás el factor más determinante para explicar el éxito invasor de esta especie.
En Moscú, Rusia, este caracol solamente se encuentra en zonas no naturales, como parques, jardines, huertos y otras zonas agrícolas.
¿Por qué este caracol tiene potencial invasor?
Especie muy adaptable
A diferencia de otras especies de gasterópodos terrestres, el caracol romano tiene una notable capacidad de adaptación a ambientes muy variados y sobre todo a entornos humanizados.
Longevidad considerablemente elevada
El caracol romano tiene una esperanza de vida relativamente larga, pues se ha constatado que algunos ejemplares de esta especie han llegado a vivir 20 años, aunque en la naturaleza generalmente no superan los 10 años de vida. De cualquier modo, 8 ó 9 años de longevidad es una cifra considerable para un molusco gasterópodo, el doble que su pariente más próximo, el caracol común de jardín.
Buena tasa de supervivencia juvenil
Este hecho junto con la gran supervivencia de los individuos juveniles, cercana al 60%, explican un poco más el porqué de ser ésta una especie invasora.
¿Qué otras especies invasoras de caracoles existen?
Un grupo extenso de especies de moluscos gasterópodos de procedencia mediterránea se consideran una importante plaga de las plantas. Un ejemplo de ello sería el caracol común de jardín (Helix aspersa), que ataca distintos tipos de cultivos y tiene un carácter antropófilo muy marcado, pues habita en jardines, huertos y otras zonas humanizadas. Por dicho motivo esta especie en la actualidad se puede encontrar esta especie en zonas del planeta tan alejadas como América u Oceanía.
Otro ejemplo de especie invasora como gasterópodo terrestre es la caracola (Rumina decollata). Originaria del norte de África y de la Europa del sur, esta especie ha sido introducida en América del Norte y en América del Sur, así como en las Antillas.
Esta especie ha llegado a América Latina y también se encuentra de forma salvaje en el sudeste asiático y en Australia.
La fauna se adapta a los cambios
El caracol romano y otros grandes helícidos no han estado presentes en Moscú, la capital rusa, hasta la intervención humana. Permite asegurar dicha afirmación el hecho que no se han encontrado restos fósiles de esta especie.
Aunque en la Europa rusa el caracol romano no estaba presente, distintas especies de córvidos, tales como grajas y cuervos, además de otras aves omnívoras de gran tamaño y de roedores de talla grande, como la rata gris, saben aprovechar bien este recurso trófico. Sucede así porque esta especie de molusco se presenta en estos territorios de forma muy abundante, a pesar de tener aquí la consideración de especie introducida.
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15 junio, 2023