Contenidos
Depredadores del búfalo
¿Qué enemigos naturales tiene el búfalo?
En la edad adulta, el único enemigo natural de un búfalo adulto es el león. Sin embargo, se cree que sólo algunos leones pueden cazar búfalos adultos.
Otros enemigos del búfalo son la hiena y el leopardo, que atacan de forma ocasional las crías, porque normalmente este gran bóvido protege muy bien a sus crías, ayudándose mutuamente para ello todos los miembros de la manada de búfalos.
Mecanismos de defensa del búfalo
Los búfalos son animales agresivos y fuertes, que desarrollan un sistema cooperativo en presencia de algún enemigo. Por ello, deben concurrir una serie de circunstancias para que una manada de leones adquiera la costumbre de enfrentarse con los búfalos y desarrolle la técnica necesaria para su caza, técnica que se transmite de padres a hijos entre estos cazadores sociales.
Y en las zonas donde hay escasos búfalos y, en cambio, abundan los antílopes, gacelas y cebras, los leones no suelen cazar estos grandes y peligrosos animales, decantándose por presas más fáciles de cazar.
La tendencia natural del búfalo a permanecer agrupado se cree que ha evolucionado al mismo tiempo que su agresividad y es sumamente eficaz para asegurar la supervivencia de las crías y los jóvenes búfalos.
Tratando de defender a un miembro de su manada, el búfalo es capaz de embestir con sus cuernos y su gran peso incluso a unos cuantos leones. La llamada de peligro de un miembro de la manada de búfalos sirve para desencadenar la carga inmediata de sus compañeros para defenderlo.
* Información relacionada: Mecanismos de defensa de los animales
Enfermedades del búfalo
Los verdaderos enemigos del búfalo son las enfermedades. Este animal es muy sensible a la peste bovina, una epidemia (en veterinaria se conoce como epizootia) del ganado bovino. La gran epidemia de peste bovina que asoló África entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX hizo desaparecer al búfalo de países enteros.
No obstante, el búfalo es un animal con un gran poder de adaptación, que se encuentra en una gran área de distribución y prácticamente es inmune a todos los carnívoros, lo que ha hecho que se recuperen muy bien las antiguas manadas de búfalos, especialmente en los parques naturales.
Parásitos del búfalo
De menor peligrosidad que los gérmenes patógenos, pero muy molestos, los búfalos tienen que enfrentarse a una gran cantidad de parásitos, tanto parásitos externos como parásitos internos. Tábanos, moscas, mosquitos y garrapatas martirizan a estos gigantes rumiantes, que tratan de librarse de ellos de todas las maneras posibles.
El búfalo toma baños de barro al atardecer para librarse de las bandadas de moscas y mosquitos, que nada pueden hacer con la capa protectora que le queda al ungulado en el cuerpo tras el baño. Al secarse, el barro forma una costra en el cuerpo del búfalo que atrapa a las garrapatas y otros parásitos y hace posible que se desprendan del cuerpo del animal cuando éste se restriega a la mañana siguiente contra los ásperos troncos de los árboles y los termiteros.
Los picabueyes o bufagos son pájaros que pasan la vida sobre la piel de búfalos y otros ungulados, buscando con detenimiento las garrapatas y otros parásitos que molestan a estos grandes animales. Para realizar con eficacia su labor, los picabueyes son capaces de trepar con la agilidad de un pájaro carpintero sobre el cuerpo de los grandes ungulados.
Posadas sobre el lomo de los búfalos, pueden verse estas aves, del tamaño de un estornino, para cazar los parásitos que forman parte de su dieta, junto con la sangre que sale de las heridas causadas por los propios parásitos al retirarlos del cuerpo del mamífero, complementando así el ave su dieta insectívora. Los picabueyes limpian con meticulosidad las heridas, abscesos y escoriaciones que los parásitos producen en la piel del ungulado.
* Información relacionada: Características del búfalo / Enemigos naturales de los animales
Más información sobre otros animales salvajes.
15 diciembre, 2022