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Animales voladores
¿Qué es un animal volador?
Por animal volador se entiende cualquier especie del reino Animalia con capacidad de vuelo, esto es aquel animal que presenta la capacidad de sostenerse y desplazarse por el aire.
Sin embargo, no son solo las aves los únicos animales que vuelan y tampoco es indispensable la presencia de alas o plumas para volar.
¿Por qué vuelan los animales?
En primer lugar los animales vuelan porque hacerlo les conlleva ventajas importantes, ya que volar es un triunfo de la evolución. Los animales voladores respecto a los que no vuelan tienen mayor poder de dispersión y de localización de sus presas, entre otras ventajas. Los insectos, por ejemplo,
consiguieron diversificarse y tener un gran éxito biológico gracias a que adquirieron capacidad de vuelo.
Gracias a la evolución convergente, especies muy distintas, como un insecto y un ave o un mamífero pueden llegar a volar, aunque descienden de antepasados distintos. Los mamíferos siguieron un camino muy diferente al de las aves para desarrollar sus capacidades para el vuelo y lo hicieron muy posteriormente.
Sabido es que las aves se originaron a partir de los antiguos reptiles voladores. En cambio, poco se sabe sobre los antecesores de los murciélagos, los únicos mamíferos voladores verdaderos, porque este grupo de mamíferos se conserva mal en forma de fósil.
¿Qué tipos de animales voladores existen?
Para empezar, cabría a citar aquí a los insectos si respondemos a la pregunta por orden de importancia. Los insectos son los animales que han batido todos los récords de vuelo, y las libélulas se llevan la palma, por ser criaturas capaces de hacer complicadas maniobras suspendidas en el aire. Insecta es el grupo de los reino Animalia que presenta un mayor número de especies con capacidad para volar y son éstas las que muestran mayor diversidad en cuánto a técnicas de vuelo.
Pero dentro del grupo de los vertebrados saltan a la vista las aves. En esta clase de vertebrados, pocas son las especies sin capacidad de vuelo, como el avestruz, el kiwi o el ñandú y otras aves corredoras, ya que parece que constituyen éstas una excepción a la definición de ave. Las aves, por raro que parezca, no llegan a presentar la misma complejidad de vuelo que la de insectos como las libélulas, las moscas o las abejas y las avipas, si no tenemos en cuenta a los pequeños colibríes.
Dentro del grupo de los vertebrados no podemos obviar a los mamíferos. Casi una cuarta parta de todas las especies de mamíferos que hay en el mundo tienen capacidad de vuelo y nos estamos refiriendo claro está a los murciélagos. No por algo los quirópteros es el segundo grupo más numeroso de esta clase de vertebrados, solo superado por el orden de los roedores.
¿Todos los animales vuelan del mismo modo?
Para desplazarse por el aire, hay especies, como los insectos, los murciélagos y muchas aves, que utilizan el vuelo batido, dando golpes de ala. Ésta es el concepto más directo que tenemos las personas sobre el vuelo. Pero otras especies animales prefieren quedar suspendidas en el aire, como la ardilla voladora, la rana voladora o el pez volador. En la literatura anglosajona, este último grupo de animales se conoce como animales planeadores, para diferenciarlos de los animales que sí poseen alas.
Los animales que planean se lanzan desde la copa o tronco de un árbol o de un sitio elevado para desplegar a continuación alguna parte de su cuerpo que ofrezca gran resistencia al aire, como una extensa piel o unos dedos con grandes membranas, para cubrir grandes distancias desde el aire. Los lagartos voladores, con el mismo fin, despliegan sus grandes costillas, de modo que su piel forme una buena superficie de planeo. El pez volador también planea sobre el aire, pero para ello bate sus aletas y, claro está, se eleva sobre la columna de agua que conforma su medio de vida.
Anatomía de los animales voladores
La forma que tienen los animales de batir las alas para efectuar el vuelo es muy diferente, pues no vuelan del mismo modo, fijándonos en este parámetro, los insectos que las aves o los murciélagos, ya que las alas de los invertebrados no tienen capacidad para plegarse como las de los vertebrados.
Dentro del mundo de los insectos, encontramos insectos con dos alas preparadas para poder volar, como las moscas o los escarabajos y otros insectos que para desplazarse por el aire utilizan dos pares de alas, como las mariposas o las abejas.
Si tenemos que hablar de perfección, el esqueleto de las aves está especialmente concebido para el vuelo. Los huesos de estos animales están huecos por dentro para pesar menos y permitirles volar con facilidad. En el otro extremo está el avestruz, que es muy pesado y que ha optado por desarrollar la velocidad en la carrera para escapar de los enemigos porque en el aire difícilmente se las arreglaría. Por el mismo motivo, este ave africana, al contrario que la mayoría de aves, tiene las alas mucho más pequeñas que el cuerpo.
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