Contenidos
- 1 ¿Por qué hay especies animales en peligro de extinción?
- 1.1 ¿Por qué hay animales amenazados de extinción?
- 1.2 La destrucción de los hábitats
- 1.3 Caza ilegal y sobreexplotación
- 1.4 Introducción de especies exóticas
- 1.5 Captura de animales salvajes
- 1.6 Introducción de enfermedades
- 1.7 Contaminación
- 1.8 Cambio climático
- 1.9 Consecuencias de las extinciones de especies animales
¿Por qué hay especies animales en peligro de extinción?
¿Por qué hay animales amenazados de extinción?
Se considera que una especie está extinguida cuando desaparece por completo de la Tierra.
La extinción de las especies es un proceso natural y fundamental de la evolución. Una especie desaparece cuando otra la sustituye porque está más bien adaptada al ambiente.
Durante la historia del planeta Tierra, ya han ocurrido extinciones masivas de especies en determinadas épocas cuando se daban cambios en las condiciones medioambientales. Sin embargo, actualmente se extinguen las especies a un ritmo mil veces superior al que había desde la prehistoria. La actividad humana, ya sea directa o indirecta, es la responsable de tales extinciones.
Algunos científicos creen que en menos de 30 años se extinguirán más de medio millón de especies.
Cuando una especie se extingue por la mano del hombre no actúa la selección natural, es decir, la extinción no deja sustitutos más bien preparados para la supervivencia.
Los animales pueden extinguirse por la destrucción de su hábitat, captura ilegal, caza ilegal y sobreexplotación, introducción de especies exóticas, captura de animales salvajes, introducción de enfermedades, contaminación, cambio climático.
La causa más importante de extinción de las especies animales es la destrucción de sus hábitats. La agricultura es la principal causa de destrucción de hábitats. La ganadería es otra causa importante de deforestación y, consecuentemente, de extinción de especies animales.
La destrucción de los hábitats
El planeta continuamente experimenta cambios y sus hábitats van variando también con el tiempo, pero estos cambios naturales tienden a producirse de forma progresiva y gradual y duran millares de años, lo que no supone grandes impactos en las especies.
Sin embargo, cuando los cambios se dan a gran velocidad, y normalmente son responsables las actividades humanas, las especies no pueden adaptarse a dichos cambios lo que termina con su extinción. Por lo tanto, cuando se destruye o se daña un hábitat, como un bosque o un río, los animales que viven en él son a menudo condenados a su desaparición.
La destrucción o el daño de un hábitat se dan cuando un bosque es talado, una pradera transformada en pasto o se deseca una ciénaga.
En resumen, las actividades humanas son las responsables de que los hábitats disponibles para los animales se hagan más escasos y se fragmenten. Las carreteras y las presas, por ejemplo, cortan el territorio de los animales. La deforestación o los incendios provocados por el hombre son elementos que también provocan la destrucción de los hábitats.
Caza ilegal y sobreexplotación
La caza ilegal y sobreexplotación de determinadas especies se ha vuelto en una de las principales causas de amenaza en la supervivencia de los animales. La caza excesiva provoca que las especies se vuelven poco abundantes
La caza de la ballena en el siglo XX es un ejemplo ha supuesto la amenaza para estos animales. El rinoceronte ha sido cazado en África y Asia para la extracción de su cuerno. Las 5 especies de rinoceronte se encuentran en grave peligro de extinción.
Introducción de especies exóticas
La introducción de las especies exóticas en un hábitat natural contribuye, como en el caso de la destrucción de los hábitats, a crear alteraciones tan rápidas que las especies tienen dificultades para adaptarse o bien no consiguen sobrevivir.
Muchas veces, las especies exóticas llegan a una zona por la acción del ser humano, tanto intencional como accidentalmente. Los efectos más perniciosos de este fenómeno suceden en las islas. La introducción de insectos, ratas o gatos ha supuesto la extinción de centenares de especies en los últimos siglos.
Las presas no tienen ninguna estrategia defensiva contra un depredador que no existía antes en su hábitat.
El sapo gigante , originario del continente americano, fue introducido en Australia al siglo XIX para luchar contra insectos y roedores. Sin embargo, se ha convertido en una auténtica calamidad, pues devora todo tipo de animales, perjudiciales y beneficiosos.
Captura de animales salvajes
El comercio ilegal de loros, tarántulas, mariposas y otras muchas especies supone su rarificación en la naturaleza.
Introducción de enfermedades
Los animales normalmente no suelen tener protección contra una enfermedad importada y el contacto de ellos con la nueva enfermedad les supone la muerte en muchas ocasiones.
La rabia, erradicada en la mayor parte del continente europeo, es ahora un problema para los grandes carnívoros del continente africano. La transmiten los animales domésticos a los animales salvajes.
Contaminación
La polución, causada por la actividad humana, supone la muerte de muchas especies animales.
Un gran número de productos químicos, como fertilizantes, residuos industriales, los insecticidas están hoy en día presentes en la cadena trófica de las especies animales. Un ejemplo de ello es el insecticida llamado DDT. Este insecticida se deposita en las plantas cultivadas y entra en el organismo de los roedores cuando comen sus tallos.
El DDT se va acumulando en las aves de presa a medida que van alimentándose de roedores contaminados con DDT. El DDT provoca problemas reproductivos en las aves de presa como fragilidad de la cáscara de los huevos y malformaciones de los polluelos. Sin embargo, por su elevada toxicidad, el DDT ha sido prohibido en muchos países.
Cambio climático
La emisión de gases contaminantes por parte del ser humano es la responsable del calentamiento global.
Muchas especies están condenadas a extinguirse por falta de tiempo para adaptarse, pues estos cambios en el clima se producen a gran velocidad. Se piensa que la temperatura media del planeta aumentará en 4ºC de aquí a finales del siglo XXI.
Consecuencias de las extinciones de especies animales
La desaparición de una especie puede provocar que otras especies también se extingan, o todo lo contrario, que se vean favorecidas y se multipliquen enormemente
La primera situación se da cuando aquella especie que se ha extinguido sirve de alimento para otras especies. El segundo caso se debe cuando la especie que ha desaparecido deja un nicho ecológico vacío que puede ser ocupado por nuevas especies (normalmente oportunistas).
Las especies oportunistas que aprovechan cualquier oportunidad para incrementar su población suelen ser plagas como roedores o gaviotas. Si se extingue un depredador o un parásito, sus presas o huéspedes proliferan sin que nadie los limite.
Las especies que se extinguen son las más especializadas, mientras que las que sobreviven son aquellas capaces de resistir los estragos del hombre como ratas, gaviotas o cucarachas. Normalmente son plagas de nuestros campos de cultivo o son especies transmisoras de enfermedades para el hombre o los animales domésticos.
La biodiversidad la determina el conjunto de las especies que forman parte de un ecosistema. A mayor número de especies en un ecosistema mayor biodiversidad tendrá dicho ecosistema. Los ecosistemas más evolucionados y estables suelen tener una gran biodiversidad, como las selvas.
Más información sobre la extinción de las especies animales.
12 diciembre, 2020