Animales bioindicadores

¿Qué son los bioindicadores?

Los biondicadores son aquellas especies de animales, plantas u hongos a partir de los cuales indagamos sobre el estado de conservación del medio ambiente, con la observación de su presencia o estado. Se pueden utilizar para ello especies en particular o comunidades formadas por varias especies.

Gracias a los animales bioindicadores (y al resto de bioindicadores) podemos averiguar también las consecuencias que determinadas actividades humanas tienen sobre el medio ambiente o bien por procesos naturales, como inundaciones, incendios o erupciones volcánicas.

Otra definición de animal bioindicador es la que da a estos seres vivos la capacidad de cuantificar y monitorizar las propiedades de los ecosistemas.

De los datos cuantitativos y cualitativos obtenidos tras aplicar la monitorización del medio ambiente durante un periodo de tiempo se procede a la biomonitorización, que es lo que dará información cuantitativa sobre el estado del mismo. Gracias a los bioindicadores se complementa la información que aportan otros indicadores mucho más sofisticados y costosos.

El efecto de una alteración sobre el medio ambiente puede provocar la desaparición de las especies más sensibles y la proliferación de las especies resistentes a la alteración, como consecuencia de eliminar sus competidores, por ello a menudo se monitorear comunidades en lugar de especies por separado.

¿Qué tipos de bioindicadores existen?

En función de los objetivos que se pretende conseguir, los bioindicadores pueden ser:

  • Bioindicadores ambientales: Cuantifican los factores abióticos, es decir, los parámetros físicos y químicos, como sería la contaminación, la temperatura o el pH del agua.
  • Bioindicadores ecológicos: Se utilizan para ello una especie o un conjunto de especies. Dentro de este grupo están los animales bioindicadores.
  • Bioindicador de reacción: Se considera aquel organismo que reacciona a los cambios medioambientales manifestando alteraciones morfológicas, fisiológicas, comportamentales y genéticas, debido a su gran sensibilidad a los mismos, surgidas por el estrés que producen las alteraciones medioambientales sobre los seres vivos.
  • Bioindicador de acumulación: Se monitorean para medir la reacción de los animales a la acumulación en sus tejidos de sustancias contaminantes, por ser especies resistentes a la contaminación.
  • Bioindicadores según el medio ambiente: En función del medio ambiente que monitorizan, existen los bioindicadores de la calidad del agua, los bioindicadores de la calidad del aire, los bioindicadores de la calidad del suelo

¿Qué tiene que cumplir una especie animal para ser un buen bioindicador?

Mejillón
Los mejillones se estudian para determinar la concentración de contaminantes acumulados en sus tejidos.

Lo más importante que tienen que presentar las especies animales utilizadas como bioindicadores es la capacidad de dar una respuesta que pueda ser avaluada de forma analítica y que refleje la respuesta general de la población. Del mismo modo, los animales bioindicadores deben responder al grado de perturbación del entorno en un sentido proporcional.

Junto a ello, las especies bioindicadoras tienen que ser comunes y abundantes en el entorno que pretende ser monitorizado y se debe conocer con exactitud su biología, por lo que tienen que ser especies muy bien estudiadas.

Para ser un animal bioindicador dicha especie debe poder reflejar la respuesta de las otras especies a los cambios medioambientales. Por ello, el animal bioindicador ni debe ser muy resistente ni muy sensible a los mismos. Un caso particular son los bioindicadores de reacción y los bioindicadores de acumulación, porque no cumplen dicha premisa. Por otro lado, también se pueden evaluar comunidades de distintas especies con diferentes grados de sensibilidad a los cambios medioambientales.

Por otro lado, los bioindicadores pueden presentar capacidad de acumulación, para que se puedan encontrar en los tejidos de los animales estudiados concentraciones de tóxicos muy superiores a los niveles presentes en el medio ambiente, dónde solo se detectan en cantidades ínfimas.

Un bioindicador tiene que presentar la característica suficientemente marcada de sedentarismo para reflejar con exactitud las condiciones del medio ambiente, a no ser que se pretenda monitorear la movilidad de la especie.

Debe mostrar la capacidad de supervivencia fuera de las condiciones naturales para resistir bien distintas condiciones de laboratorio, de temperatura, pH, conductividad del agua, etc.

Conviene tener en cuenta que habitualmente no es suficiente con un sólo indicador para avaluar con suficiente precisión la calidad de un sistema ambiental, ya que se suelen necesitar varios indicadores. Ello es debido a que cada indicador con el que se monitoriza el medio ambiente provee una información específica. Y no todos los indicadores medioambientales son bioindicadores.

Utilidad de los animales bioindicadores

Los animales bioindicadores de forma anticipada nos advierten con su presencia o estado de salud, mediante cambios morfológicos, bioquímicos, fisiológicos o, por ejemplo, genéticos de los mismos, que existen importantes alteraciones medioambientales. Y por tanto, con antelación, nos dan la oportunidad de intervenir delante de estos problemas antes que se agraven.

Los animales bioindicadores sirven para hacer planes de avaluación medioambiental y de este modo, además de saber en qué estado se encuentra el medio ambiente, se pueden sacar conclusiones sobre la eficacia de las medidas restauradoras que se han aplicado sobre el medio ambiente.

Ejemplos de animales bioindicadores

Caracol de tierra
Los caracoles de tierra se pueden utilizar como bioindicador.

El uso de bioindicadores no es algo nuevo. En los inicios de la Revolución Industrial, los mineros utilizaban a los canarios para indicar posibles fugas invisibles de gas de consecuencias desastrosas.

En la actualidad, se utilizan distintos seres vivos para monitorizar el estado de conservación del medio ambiente. Los líquenes son buenos bioindicadores de la contaminación del aire, porque son sensibles a la contaminación. También se utilizan a menudo algas, macroalgas o fitopláncton como bioindicadores. Analizando la concentración de clorofila en el agua se puede saber la calidad medioambiental de los lagos, porque este componente es un indicativo de la abundancia de algas microscópicas.

Animales acuáticos como bioindicadores

Dentro del grupo de animales, los peces son muy apreciados para evaluar los ecosistemas acuáticos. Los caracoles de agua dulce se utilizan a menudo para cuantificar los contaminantes de origen orgánico presentes en aguas que vienen de plantas de tratamiento de aguas usadas domésticas.

Los mejillones, por su capacidad bioacumuladora, a menudo se emplean como indicadores biológicos de contaminación de las aguas.

Las efímeras son empleadas a menudo también como indicadores bióticos. Las dafnias o pulgas de agua se utilizan en tests para medir la contaminación de las aguas.

Animales terrestres como bioindicadores

Otros macroinvertebrados apreciados como bioindicadores son los caracoles de tierra. De estos animales se utiliza su capacidad de bioacumuladores de contaminantes, para lo que se examinan sus pulmones. Esta clase de criaturas están en la interfaz suelo-plantas-aire. Se puede saber si hay contaminación por metales pesados u otros contaminantes, estudiando la reproducción del caracol, ya que estas sustancias tóxicas interfieren en la misma y provocan un menor tamaño de puesta.

Las abejas son buenos bioindicadores terrestres, por su sensibilidad a los pesticidas. Los murciélagos también tienen mucha utilidad como bioindicadores para evaluar la calidad del hábitat, en relación al uso de pesticidas y otros contaminantes.

Los escarabajos peloteros indican con gran precisión el estado de salud de determinados ecosistemas terrestres. Las hormigas proporcionan también información muy importante sobre el estado de salud del medio ambiente a estudiar.

Las moscas drosófilas son muy valiosos como bioindicadores. Las moscas caseras son utilizadas para cuantificar el grado de humanización de un entorno.

Como vertebrados, de forma general, los anfibios pueden utilizarse bioindicadores por su gran sensibilidad a los contaminantes, ya que tienen una piel muy fina y permeable.

Más información sobre los animales.

Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

20 noviembre, 2019

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