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Comportamiento caníbal en los anfibios
El sapo marino o sapo de caña puede volverse caníbal en determinadas situaciones
¿Cuándo es más habitual que los anfibios sean caníbales?
En los anfibios, el canibalismo acostumbra a darse durante la fase de larva o de renacuajo. Algunas especies de anfibios tienen dos formas larvales, una de las cuales está adaptada para ser caníbal.
Los renacuajos del sapo de espuelas mexicano (Spea multiplicata) o los del sapo de pies de pala (Scaphiopus bombifrons) que siguen una dieta omnívora no se comen a los miembros de su propia especie. Sin embargo, los renacuajos de este pequeño sapo que tienen una dieta carnívora, a base de pequeños crustáceos acuáticos, también se alimentan de larvas de sus congéneres.
- El tracto digestivo y, en general, la anatomía relacionada con la alimentación de estos renacuajos presenta diferencias importantes respecto a la de los renacuajos omnívoros: Tramo de intestino significativamente más corto, músculos mandibulares mucho más desarrollados…
Las larvas caníbales de los anfibios son diferentes
Las larvas de los anfibios con costumbres caníbales tienen una forma corporal o fenotipo diferente de aquellas formas con dietas generalistas. Por ejemplo, las larvas de la salamandra de Hokkaido (Hynobius retardatus) tienen la cabeza proporcionalmente más ancha, lo que les facilita la depredación de sus congéneres.
En este caso, esta salamandra se pasan al canibalismo cuando hay un densidad demasiado alta de sus poblaciones, y sus larvas no pueden encontrar con facilidad sus presas, lo que es ventajoso para la supervivencia de esta especie.
En este mismo sentido, las larvas del tritón jaspeado (Triturus marmoratus) en ocasiones se alimentan de sus hermanos si son mucho más pequeños que ellas. En este caso, la reducción de la eficacia biológica es mínima, porque difícilmente éstos sobrevivirían en tales situaciones de adversidad.
De un modo parecido a la salamandra de Hokkaido, la salamandra tigre (Ambystoma tigrinum) puede desarrollar larvas caníbales, que se caracterizan por presentar la cabeza muy ancha y por desarrollar dientes vomerianos, cuando hay una gran densidad de individuos en sus poblaciones. Las larvas de la salamandra tigre caníbales se alimentan generalmente de las larvas enfermas de su misma especie.
Los huevos de los anfibios caníbales suelen ser más grandes
Los huevos puestos por la salamandra de Hokkaido son más o menos grandes en función de la abundancia de individuos de esta especie en una población. En aquellos puntos donde exista una superpoblación de la salamandra, sus hembras harán puestas de huevos más grandes, lo que les da ventajas a la hora de llegar a adultas, porque tienen mayores capacidades para atacar a presas y ser caníbales.
Además de hacer puestas a base de huevos de mayor tamaño, esta especie pone menos huevos, lo que da a lugar a un menor número de larvas pero de mayor tamaño, que aquellas que no son caníbales.
Los anfibios sólo son caníbales en unas determinadas condiciones
El sapo de caña o sapo marino (Bufo marinus) se vuelve caníbal durante la estación seca, en momentos en los que sus presas más habituales, los insectos, escasean. Es entonces cuando una gran masa de sapitos se concentra cerca de los lugares en los que nacieron, lo que los hace muy vulnerables al ataque de otros sapos marinos de mayor tamaño.
Para cazar a los sapitos, los sapos adultos hacen temblar los dedos gordos de sus manos, con lo que consiguen atraer a los ejemplares más pequeños para que se acerquen a ellos llenos de curiosidad, lo que es aprovechado por éstos para comérselos de un gran bocado.
Las larvas de esta especie se alimentan de otras puestas de su misma especie ya a los pocos días de vida. Se cree que los pequeños renacuajos son atraídos por señales químicas que desprenden las puestas de anuros. Con este comportamiento caníbal, el sapo de caña se asegura algo de comida y sobre todo una mayor supervivencia, porque sus renacuajos se alimentan no solo de puestas conespecíficas, sino también de otras especies.
Hay una menor proporción de salamandras tigre en fase larval que se comportan como caníbales a medida que aumenta la contaminación de las aguas en las que viven, lo que evita en gran medida que éstas enfermen, al minimizar el riesgo que se coman a sus congéneres enfermos.
Es un rasgo común que las larvas de los anfibios sean caníbales cuando la densidad de sus poblaciones sobrepase unos determinados valores que se consideran peligrosos para la supervivencia de la especie.
Más información sobre el comportamiento caníbal.
7 agosto, 2024