Cómo hablar con los perros: lenguaje de los perros

Adiestramiento canino básico

¿Cómo hablar con los perros?

La mayoría de problemas de conducta de los perros se deben a problemas de comunicación entre las mascotas y sus compañeros humanos. Los perros captan la mirada, los gestos y el tono de voz de los humanos, y responden con sus propias señales, miradas y ladridos.

¿Por qué un perro tiene un comportamiento no deseado?

Es frecuente que las mascotas no se comporten como se espera. Puede que algunas veces hagan caso omiso de las órdenes, o que no respeten las normas del hogar y destrocen el mobiliario, por ejemplo. Los problemas de comunicación provocan que los perros estén nerviosos, estresados, atemorizados, o presenten conductas agresivas, sin motivo aparente.

En casos graves, es recomendable acudir a un profesional. No obstante, muchas veces se puede solucionar poco a poco siguiendo unas pautas básicas. Sobre todo, porque muchas veces los animales hacen lo que se les enseña, y el problema radica en que los dueños no son conscientes de lo que les comunican. Por ejemplo, es muy habitual que las personas les digan una o diversas cosas a los perros, pero luego expresen otra (o muchas a la vez), y al final la mascota no sabe qué tiene que hacer. También es muy frecuente que los perros estén estresados porque no se les presta suficiente atención a sus necesidades (aire libre, cariño, juego, etc.). Todo ello provoca problemas de comunicación.

Normas básicas para comunicarse con los perros

Prestando atención a cómo emitimos nuestras órdenes a los animales, podemos establecer mejor comunicación y conseguir enseñarles más cosas. A nivel básico, es importante controlar los siguientes aspectos para dar el mensaje o las órdenes correctamente:

• Tono de voz que utilizamos: Si bien no podemos ladrar, hay un lenguaje universal que hablan todas las personas, y que también entienden los perros. Un tono de voz melódico, suave, un agudo transmite cariño y les tranquiliza (Ej. «muy bien», «¿te gusta?», «¿cómo estás?», etc.). La voz seca y un poco más grave se utiliza para distinguir órdenes inmediatas (Ej. «vamos», «ven», «no», «sienta», etc.).
• Expresión corporal: Si no un perro obedece, no hay que repetir la orden constantemente ni enfadarse. A veces, es el lenguaje corporal que confunde o no acompaña la intención de esa orden. Ej. Se dice «no», pero se le enseña comida con la mano. ¡Los perros captan todas las señales!

• Contacto visual: Los perros ven nuestra mirada. Cuando se establece contacto visual, el perro espera una orden, o nos pide algo (lo más habitual: salir a pasear porque tiene necesidades). Si miramos fijamente a los ojos al perro, éste estará atento a qué le queremos decir (Ej. «vamos», «¿quieres comer?», «ven», etc.). Del mismo modo, desviarles la mirada les tranquiliza. De hecho, es habitual que, cuando dos perros se encuentran por la calle, uno de los dos (o los dos) miren momentáneamente hacia un lado, para rebajar la tensión. La mirada es un lenguaje universal.
• Dar sólo un mensaje: Evitar dar muchas órdenes a la vez tipo «sienta», «pata» y «salta», si el animal no ha hecho ninguna de las tres cosas. Para que no se frustre, es mejor que termine una de las órdenes y premiarle.
• Paciencia: Cuando se da una orden hay que esperar unos segundos a que el animal acate. Si no obedece, pensaremos si nuestro tono de voz y lenguaje corporal fallan, o cómo podemos insinuarle mejor, a través de éstos, lo que queremos que haga. Pasados unos segundos, podemos volver a intentar otra vez. Por ejemplo, esperar unos segundos antes de volver a decir «no», ya que normalmente lo entienden a la primera. Lo mismo con el «sit». Si a la tercera no funciona, distraerlo y volver a intentar en unos minutos.
• Atención: Si queremos erradicar una conducta o crear un hábito, se tiene que estar atento. Por ejemplo, si no se quiere que se suba al sofá, siempre tendremos que estar atentos a que, cuando lo haga, hacerlo bajar. Si somos permisivos algunas veces, el perro no entenderá que no lo tiene que hacer.

¿Cómo hacer que el perro haga lo que queremos?

Hay muchas estrategias a tener en cuenta para dirigir un comportamiento. Entre las más básicas, podríamos mencionar las siguientes:

• Cubrir sus necesidades básicas, que son correr, jugar y disfrutar del aire libre y la compañía. Los humanos obtenemos placer o entretenimiento con la comida, con la sociabilización, con la lectura, con los videojuegos, bailando,… Los perros no tienen nada de eso. Su principal fuente de alegría y tranquilidad somos nosotros, su entorno y la naturaleza, y eso también se lo tenemos que proporcionar. Eso significa que no solamente hay que sacarlos a pasear para que hagan sus necesidades, sino que también necesitan (y mucho) correr, jugar, pasar tiempo con sus amigos humanos y caninos, conocer otros amigos y olisquear. Si un perro no tiene estas necesidades básicas cubiertas, es posible que no responda como se desea.

• Premiar siempre: Cuando la mascota tiene un buen comportamiento, hay que premiarla. Por ejemplo, cuando camina a nuestro lado, aunque ya lo sepa hacer, se le puede decir «muy bien», acariciarle, o decirle en tono suave y agradable cualquier cosa. Cuando esté descansando en su cama, igual. De este modo, el perro aprende qué es lo que se espera de él.
• Premiar y regañar inmediatamente: Cuando se hace algo bien o mal, hay que contestar al momento. Los perros no entienden mensajes fuera de contexto (Ej. «¡antes en el parque te has portado fatal!»). Sobre los castigos, un tono de voz seco y alto ya suele ser suficiente, no somos partidarios de castigarles pegándoles ya que está demostrado que se puede sin estos recursos.

• Llamar una vez: Si se le llama muchas veces, la orden pierde sentido. Si, además, chillamos con voz enfadada, el perro nos percibirá nerviosos y no querrá venir, o dará muchos rodeos hasta llegar donde estemos. Se tiene que llamar una vez y, sobre todo, siempre, cuando venga, premiarle con caricias.
• No engañarles: Es muy común que las personas den órdenes, aunque sean falsas, sólo por el hecho de que el perro mueva la cabeza o suba las orejas, o cualquier otro gesto que les parezca gracioso. Esto no es nada aconsejable porque les pone nerviosos , confunde y dificulta el lenguaje. (Ej. decirle «¿vamos?» sólo para que se levante o mueva la cabeza, aunque no de vaya a ninguna parte).
• Cuando se da una orden se tiene que mantener: No se trata de ser duros o estrictos con el animal, sino de que él entienda que tiene que esperar su momento, o que eso no toca en ese momento. Eso les tranquiliza. Si las órdenes no son claras, el animal siempre estará pendiende de qué querrá decir, de pedir, insistirá, o seguirá nervioso. Se puede decir «no» de forma tranquila y cariñosa. Además, si no le enseñamos bien, el lenguaje pierde sentido. Por ejemplo, si le decimos «no», siempre será «no». No podemos decirle «no, bueno va, toma», porque entonces se desaprende el «no», y futuramente no hará caso.

Cómo nos hablan los perros

A los perros hay que escucharles, no solamente hablarles. Se trata de la condición más esencial de la comunicación, pero muchas veces se nos olvida con las mascotas. Los perros se comunican y no escucharles les genera mucha frustración. Aprender a interpretar sus señales ayuda a entender mejor sus necesidades, su carácter, y a disfrutar aún más de su compañía. Vean todas las señales que nos mandan los perros en:

Cómo nos hablan los perros

¿Cómo hacer felices a los perros?

Un perro que se siente atendido y bien cuidado está más feliz y menos estresado. Aunque inmediatamente pensemos en juguetes, las mejores cosas que podemos hacer para contentar a nuestros amigos caninos no cuestan dinero. Les recomendamos encarecidamente la lectura de los consejos que recogemos en:

Cómo hacer feliz a un perro

¿Dónde se puede aprender sobre adiestramiento canino?

Lo más aconsejable en caso de tener problemas con el comportamiento de una mascota es acudir a expertos en etología canina, que nos enseñen y eduquen para conseguir que nuestra mascota realice la conducta adecuada. De nada servirá comprar artilugios de adiestramiento, correas especiales, clickers, etc., si no se comprende lo básico ni tenemos la guía de un experto. Muchas veces, el compañero humano tiene tanto que aprender como el canino.

También existen muchos libros interesantes de etología canina, entre los que destacamos un librito muy corto e introductorio llamado «El lenguaje de los perros: Las señales de calma», de Turid Rugaas. Es un libro muy sencillo, escrito de forma muy amable, que simplemente nos recuerda los signos básicos de comunicación animal, a través de las experiencias de la autora.

Más información sobre los perros.

Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

20 mayo, 2021