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¿Qué adaptaciones tienen las aves?
Adaptaciones de las aves relacionadas con el vuelo
Las aves descienden de los reptiles, pero sus cuerpos se han transformado a lo largo de su evolución en máquinas perfectas de vuelo, por lo que su aspecto poco recuerda al de sus antecesores los reptiles.
Esqueleto de las aves
Las aves tienen su esqueleto adaptado al vuelo
Las aves tienen el esqueleto adaptado a sus dos formas de locomoción, volar y andar sobre dos patas. Las cinturas de las extremidades anteriores y posteriores de estos vertebrados son muy fuertes, ya que, al andar o en el vuelo, ambas articulaciones sostienen todo el peso del cuerpo del animal.
El esqueleto de las extremidades anteriores está modificado para que el brazo, el antebrazo y la mano soporten el ala. Las alas de las aves, en realidad, son miembros delanteros modificados, con prácticamente una sola función, agitarse para proporcionar el impulso adecuado para el vuelo.
Muchas aves tienen huesos huecos que contienen sacos aéreos para hacer su esqueleto más ligero, ya que, para volar, son esenciales la fuerza y la ligereza también.
Músculos de las aves
La fuerza necesaria para volar, a base de batir las alas, está generada por los poderosos músculos del pecho o músculos pectorales, que dan la forma característica del cuerpo a las aves.
Para ayudar a los músculos a que cumplan bien su trabajo y que el ave pueda volar, las aves han aligerado el peso de sus cuerpos tanto como han podido. Pese a estar huecos, los huesos tienen una estructura fuerte y poseen un entramado de refuerzos internos que les dan mayor robustez.
Corazón de las aves
El corazón de las aves, como el de los mamíferos, es un órgano cuatricameral, es decir, que está dividido en 4 cámaras o cavidades, es decir, en la parte superior, dos atrios y, en la parte posterior, dos ventrículos.
Aves como el albatros o el cóndor de los Andes, tienen un corazón de mayor tamaño que el de las aves que vuelan en distancias cortas o de vuelo menos potente.
Aparato respiratorio de las aves
Las aves tienen un aparato respiratorio muy especializado. Gracias a los sacos aéreos que tienen las aves en los huesos, pueden aspirar hasta el 20% de su volumen corporal. En contra, estos animales alados tienen unos pulmones muy pequeños que pueden contener solamente el 2% del volumen corporal.
Las plumas de las aves son el equivalente del pelo de los mamíferos, pues tienen el mismo origen, la epidermis, y la misma composición, queratina, una proteína. Las plumas proporcionan aerodinamismo al ave y permitan que pueda volar mejor, aunque cumplen más funciones, como conservar el calor corporal o proporcionar camuflaje al individuo.
Sentidos de las aves
Para poder volar el ave tiene los sentidos muy agudizados, siendo especialmente importante la visión en estos animales y unos reflejos rapidísimos.
Foto de mirlo (macho) (Turdus merula)
Otras adaptaciones de las aves
La forma del pico determina la dieta del ave. O mejor dicho, cada pico está adaptado en función de la dieta del animal. Estos vertebrados han perdido los dientes y, en su lugar, han desarrollado un pico óseo que actúa como herramienta para cumplir muchas funciones: alimentación, defensa, construcción del nido, arreglarse las plumas, etc.
Algunos huesos del pie de estos animales, como los metatarsos, están fusionados y alargados con el objetivo que las patas tengan un extremo extra para facilitar la locomoción bípeda. Las patas también están diseñadas para soportar todo el peso del animal y para posarse, capturar a sus presas o nadar. Normalmente, las patas de las aves están cubiertas de escamas muy parecidas a las de los reptiles.
Las aves no tienen glándulas sudoríferas, por lo que no pueden enfriar su cuerpo por transpiración. Sin embargo, durante el vuelo, el calor se dispersa con el paso del aire a través de su sistema de sacos aéreos y, cuando están en reposo, jadean con el mismo objetivo de perder calor corporal.
* Ver más sobre: Características de las aves
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22 julio, 2021
