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Cuándo hacer una repoblación de peces
Repoblar significa volver a poblar, lo que comporta, en primer lugar, tratar de devolver las poblaciones biológicas autóctonas a un estadio anterior al que se encuentran en la actualidad.
Antes de plantearse cualquier plan de repoblación, es necesario valorar exactamente cuales son los factores que han producido la reducción de las especies y hacer desaparecer estos factores antes que se ponga el marcha el plan. De este modo, si la disminución de una determinada especie se debe a un exceso de contaminación, es absurdo querer repoblar sin eliminar el foco de contaminación presente. La disminución se debe a un exceso de presión de la pesca o otros impactos relacionados con la recolección de animales.
También es absurdo plantearse la repoblación si en la repoblación no se puede garantizar de algún modo un cambio de comportamiento social hacia esa extracción indiscriminada de recursos naturales.
Desde el punto de vista biológico, las repoblaciones representan unas dificultades y un interés muy diferentes según la especie. En este sentido se debe discriminar entre especies móviles y sésiles (se mantienen adheridas al sustrato). En las primeras, las repoblaciones las repoblaciones realizadas a mar abierto o en un lugar cerrado.
Cómo se llevan a cabo los planes de repoblación
Los planes de repoblación se llevan a cabo de manera que se garantice la posibilidad de extracción periódica de animales. Con esta finalidad, se efectúan las siembras de semilla de modo escalonado en el tiempo y en el espacio y se acotan también espacios y tiempo para la recolección. De este modo, se tiende a mantener una población mínima de reproductores que permita el mantenimiento y estabilidad del sistema, y por lo tanto, la capacidad autónoma de mantener unos niveles de producción.
- Puede ser más provechosa la repoblación de espacios más bien cerrados (por ejemplo, ríos o bahías) En estos casos, la repoblación no quiere decir simplemente arrojar millones de larvas, sino el desarrollo de un plan científico que requiere estudios previos.
En este caso, es necesario estudiar la situación real del ecosistema y entre otros parámetros, las posibles relaciones depredador-presa y el equilibrio entre especies. Se debe estudiar el papel del depredador de la especie que se pretende repoblar y su papel destructivo de otras especies presentes. Además, se debe estudiar la presencia de otras especies que sean depredadoras de la que se va a introducir. En este sentido, tenemos que tener en cuenta que para determinadas especies algunas aves son depredadores excelentes. Si no consideramos todos estos factores, puede dar lugar a unos fracasos mayúsculos de repoblación de especies móviles.
Problemas que surgen con la repoblación de peces
El principal problema con el que nos encontramos cuando se piensa en una repoblación de peces es el de la propiedad y uso de los fondos o aguas marinas. Una zona en pleno proceso de repoblación puede verse arrasada por la recolección indiscriminada por parte de la flota pesquera del lugar. Un éxito en este tipo de repoblaciones únicamente se podrá alcanzar solo si se desarrolla un cumplimiento de las normas complementaria que permitan una planificación de la extracción.
Los problemas biológicos están relacionados con la capacidad de adaptación de las poblaciones que se introducen. En las repoblaciones, es importante la presencia de arrecifes coralinos artificiales.
Cada zona requiere unas condiciones especificas de los arrecifes y muchos de los fracasos se deben al traslado sistemático de experiencias de otras zonas sin pasar por una adaptación del terreno para aquella zona específica.
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23 marzo, 2021