Contenidos
- 1 Tipos de verduras saludables
- 1.1 Comer verduras crucíferas cada semana
- 1.2 Potenciar el consumo de zanahorias
- 1.3 ¿Cómo es mejor comer zanahoria?
- 1.4 Cebolla, la base de una cocina saludable
- 1.5 Remolacha, muy antioxidante
- 1.6 Espinacas: gran cantidad de vitamina A, ácido fólico y clorofila
- 1.7 Tomates y salsa de tomates, fuente de licopeno
- 1.8 Plantas silvestres comestibles, potente fuente de nutrición
- 1.9 Cremas de verdura para la diabetes
Tipos de verduras saludables
Comer verduras crucíferas cada semana
Las verduras crucíferas son aquellas de la familia de la col. Se ha demostrado que su consumo habitual presenta muchos beneficios, entre los que se encuentran la protección contra ciertos tipos de cáncer, incluidos el cáncer de mama y de colon.
Además, también son una de las mejores fuentes de vitamina K, que tiene una gran importancia sobre la salud de los huesos –probablemente, tanta como el calcio. Y ya que se menciona el calcio: un plato de brócoli aporta más calcio que un vaso de leche, porque el calcio de estas verduras es más biodisponible.
Son ejemplos de crucíferas: los berros, el brócoli, las coles de Bruselas, la coliflor, la col lombarda, los rabanitos, nabos,… Es interesante cocinarlos al vapor o al dente (no hervirlos demasiado tiempo porque pierden gran parte de sus vitaminas).
Potenciar el consumo de zanahorias
Pocos alimentos son tan asequibles, versátiles, nutritivos y saludables como las zanahorias. Estas hortalizas destacan a nivel nutricional por ser ricas en fibra, también contienen muchos antioxidantes y, sobre todo, una enorme cantidad de vitamina A. Solamente 2 zanahorias contienen el 100% de vitamina A que necesitamos al día. Por este motivo, muchos profesionales dan el consejo de comer por lo menos dos zanahorias cada día en personas con la salud comprometida.
¿Cómo es mejor comer zanahoria?
Las zanahorias conservan su vitamina A tanto crudas como cocidas, por lo que se pueden comer en una ensalada o en una crema. Además son buenas para el intestino, para la vista, tienen antioxidantes,… Es el alimento estrella para comer entre horas o en cualquier momento del día (*Véase: Propiedades zanahoria cruda y cocida).
En caso de diabetes, se recomienda sustituir la patata por zanahoria o combinar ambas, para comer menos patata y más zanahoria. La patata, aunque no es perjudicial para la diabetes, es mejor sustituirla por zanahoria, porque no tiene tanta fécula y, sobre todo, porque nutricionalmente zanahoria es muy ligera y completa.
Es mejor comer brócoli con zanahoria y patata, que solamente brócoli con patata. El boniato también es un alimento adecuado para la diabetes, comparte su contenido en antioxidantes, y también se puede comer en diabetes.
Cebolla, la base de una cocina saludable
Otro de los ingredientes estrella en cualquier cocina saludable es la cebolla. La cebolla es el alimento más rico en quercetina que existe, un potente antioxidante.
Comer cebolla es una forma muy fácil de conseguir principios azufrados interesantes para la salud: antioxidantes, para la circulación, para disminuir el colesterol y para mejorar la flora intestinal.
Muchos utilizan la cebolla como hierba aromática, en los sofritos (que son una forma de extracción de sus principios activos excelente), pero también se puede añadir cebolla cruda en las ensaladas.
Remolacha, muy antioxidante
La remolacha o betabel resulta un vegetal muy saludable, aunque muchas personas no la consumen porque creen erróneamente que tiene un contenido en azúcares muy elevado. Antes que nada, es falso que la remolacha contenga mucho azúcar o que sea mala para la diabetes (más información).
Además, el consumo diario de remolacha ayuda a disminuir los niveles de colesterol malo alto, limpia las arterias, reduce la hipertensión y aporta betaína y óxido nítrico, dos componentes que mejoran la salud cardiovascular.
Espinacas: gran cantidad de vitamina A, ácido fólico y clorofila
Las espinacas también son una verdura excelente y asequible en casi todo el mundo. Su intenso color verde ya nos indica la presencia de mucha clorofila en este alimento. También es uno de los alimentos más ricos en betacaroteno (¡contiene tanto betacaroteno o más que la zanahoria!), aunque no se aprecia a simple vista porque la clorofila camufla el color del pigmento.
Algunas personas han disminuido o dejado de consumir las espinacas por su contenido en oxalatos: ¡Es un error! Las espinacas tienen muchos más beneficios que las posibles contraindicaciones de los oxalatos. Solamente se tienen que disminuir los oxalatos en dietas muy concretas.
Tomates y salsa de tomates, fuente de licopeno
Los tomates (y su salsa) son una de las fuentes más importantes que existen de licopeno, un potente antioxidante que protege el corazón.
Se ha observado que la salsa de tomate permite una absorción mayor del licopeno que el tomate crudo… ¿saben por qué? Pues porque el licopeno es un componente liposoluble y se asimila mejor en un sofrito o con un poco de aceite (tampoco hay que freír el tomate o bañarlo en aceite).
Plantas silvestres comestibles, potente fuente de nutrición
Las plantas silvestres comestibles son vegetales muy nutritivos que además nos proporcionan los beneficios del contacto con la naturaleza, imprescindible para conseguir estos alimentos.
Para que el lector entienda un poco las ventajas de las plantas silvestres sobre las cultivadas, diremos que las silvestres, al crecer en un medio natural, tienen menos agua y más fitoquímicos y antioxidantes que las cultivadas, lo que repercute en un valor nutricional superior, por no hablar de los beneficios añadidos del contacto con el sol al recolectarlas. Eso sí, se tienen que recolectar con precaución.
Tampoco es necesario que sean siempre silvestres: fácilmente podemos conseguir para nuestro huerto algunas plantas como la ortiga, el diente de león, las cerrajas, collejas, cenizos, bledos o caléndula, como ejemplos.
Cremas de verdura para la diabetes
Las cremas de verdura son muy recomendables. Éstas deben ser ligeras: cebolla pochada con poco aceite + añadir verduras + agua hasta cubrir, hervir y triturar. Evitar añadir quesitos light, quesos muy grasos, nata, o productos grasos similares.
En caso de diabetes u obesidad, es mejor no ponerle patata, o ponerle poca. En su lugar, se pueden utilizar calabaza o zanahoria, que también quedan muy ricas. Se pueden condimentar las sopas con semillas, levadura nutricional, unas virutas de queso, etc.
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4 junio, 2023