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Elaboración de nata montada
¿Qué es la nata montada?
La nata montada es un tipo de nata con un textura más espesa que la nata líquida. Para poder montar la nata, se precisa de leche con un un contenido más alto en grasa y una textura con mayor espesor.
¿Cómo se elabora la nata montada?
Para la elaboración de una nata montada se requiere que la materia prima en estado líquido no contenga menos de un 30% de materia grasa, pero puede llegar a usarse hasta una que contenga un 48%, dependiendo de la estabilidad y duración que se desee que tenga el producto final.
Mediante diferentes utensilios podemos obtener de igual modo una nata montada, tendrá mayor o menor dificultad, volumen y estabilidad en función del que escojamos.
Por orden de menor a mayor dificultad en la obtención del producto, podemos usar los siguientes métodos para montar la nata:
– Sifón de extrusión con gas: En el caso de usar un gas como propulsor, se obtiene un volumen 4 veces mayor, pero se debe consumir la nata montada en el menor tiempo posible pues es más inestable.
– Batidora eléctrica: En el caso de la batidora eléctrica, la ventaja que encontramos recae en la facilidad de producción del batido sin ningún esfuerzo, no como en el caso de las varillas o el tenedor donde se incrementa el trabajo empleado para realizar el montado.
– Varillas o un tenedor y un recipiente frío a temperatura de nevera:
Mediante estos 3 sistemas últimos obtenemos el doble de su volumen original pero ganamos una mayor estabilidad, con lo cual no es necesario su consumo inmediato, tal como ocurre con el método del sifón con gas.
(Véase receta de nata montada)
¿Por qué se produce el proceso de montado en la nata?
Exceptuando la primera opción en la que se aplica gas, en el resto la técnica del batido del producto introduce partículas de aire que proporcionan un volumen y estructura el doble de sus características iniciales. Por este motivo la nata aumenta de volumen y se dice «que monta».
¿Cómo se debe montar la nata?
Este movimiento siempre se debe realizar de abajo hacia arriba para no hundir el cuerpo conseguido.
Si batimos con demasiada intensidad, o durante más tiempo del requerido, la nata se convertirá en mantequilla. Este cambio provoca que deje de contener sus características físicas y tenga otras muy diferentes, más mantecosas que servirán para otras aplicaciones distintas.
Podemos evitarlo, realizando ésta operación poco a poco, añadiendo a la nata un poco de azúcar o parando de inmediato si observamos que el color del producto empieza a amarillear.
Más información sobre la nata y sus derivados.
28 mayo, 2020