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Propiedades de la mantequilla
¿Qué nos aporta la mantequilla?
La mantequilla es una grasa y nos aporta fundamentalmente calorías. Aunque contenga vitamina A, Vitamina E y, a veces, vitamina D, su aportación nutricional más importante es el de proporcionar energía (unas 800 kilocarías cada 100g)
La mantequilla es rica en grasas monoinsaturadas. Por eso, al igual que ocurre con la nata y quesos grasos, hay que tener en cuenta que la calidad de la grasa contenida es muy baja.
Teniendo en cuenta el tipo de grasa de la mantequilla, se recomienda que el aporte de lípidos se realice a partir de otras fuentes más saludables y con menos contenido en colesterol, dejando que el consumo de estos productos sea solo ocasional.
Por tanto, es preferible consumir un aceite de oliva virgen o virgen extra, aunque este sea también una grasa. Su calidad y beneficios son muy ventajosos respecto a los de mantequillas o margarinas. (Véase alimentación para el colesterol)
¿Cómo sustituir la mantequilla por otras grasas?
Para disminuir el consumo de grasas, se puede sustituir la mantequilla por algún queso de untar con bajo contenido en grasa.
Para preparar las comidas se puede sustituir por otro tipo de grasa como el aceite de oliva o girasol con mayor contenido insaturado, que además tolerará mejor las altas temperaturas de cocción y se estropea menos al cocinar.
¿Cuándo se debe evitar el consumo de mantequilla?
Dependiendo de las diferentes enfermedades y de cada persona, las recomendaciones pueden variar. Aun así, hay enfermedades en que se deberá evitar totalmente el consumo mantequilla debido a su materia prima de origen. La mantequilla no se recomienda en ningún caso en:
- Personas alérgicas a la proteína de la leche: La mantequilla puede provocar los mismos síntomas que ésta, debido a su contenido en proteínas procedentes de la misma.
- Galactosemia: Tampoco estará recomendado en personas con galactosemia por faltarles la enzima necesaria para metabolizar la galactosa, y ésta, formar parte de dicho azúcar (lactosa) aunque sea contenida en muy pequeñas cantidades.
- Intolerancia a la lactosa y al gluten: También resulta contraindicada para las personas intolerantes a la lactosa o, como efecto secundario, intolerantes al gluten, aunque siempre se tendrá en cuenta el nivel de tolerancia de la persona.
¿Cuándo se debe disminuir el consumo de mantequilla?
En otras situaciones, el consumo de mantequilla se deberá controlar, por ejemplo:
- Problemas cardiovasculares: Tales como, por ejemplo: arterioesclerosis, hipertensión, embolia, infarto, angina de pecho, trombosis, etc.
- Problemas metabólicos: En aquellos en los que requiera la disminución de calorías o por mala metabolización de las grasas, como por ejemplo, sobrepeso, obesidad o colesterol, en cuyo caso se debe controlar o evitar su consumo habitual, por considerarse contraproducente para la salud.
¿Cuándo se recomienda el consumo de mantequilla?
Por el tipo de grasa, no resulta recomendado. Además, a diferencia de otros derivados lácteos, su contenido mineral es muy bajo, no siendo recomendado su consumo con la única finalidad de aportar dichos micronutrientes.
Sin embargo, en situaciones de carencia nutricional o alta demanda energética si puede aumentarse, siempre utilizada con moderación.
El consumo de mantequillas puede resultar útil en caso en el que se necesite un aporte de energía muy elevado (en situaciones de mucho frío, en trabajos que requieren un gran esfuerzo, niños en época de crecimiento, etc)
También se recomienda en casos en aquellos casos en los que se desee enriquecer algunos elaboraciones culinarias.
De una manera u otra, se debe controlar siempre que el aporte de grasas no supere la cantidad de grasa recomendada para cada persona en cada situación y que los niveles de colesterol de la persona que utiliza este alimento sean normales.
Más información sobre la leche y sus derivados.
26 agosto, 2024