Impacto ecológico de la carne

Sostenibilidad del consumo de carne y contaminación del medio ambiente

¿Qué es el impacto ambiental de la carne?

El impacto ambiental de la carne es un concepto que se refiere a la problemática ambiental generada por el consumo masivo de productos cárnicos en muchas partes del mundo. Para satisfacer la exagerada demanda mundial de carne, es necesario criar animales de forma extensiva, lo cual genera muchos problemas medioambientales, realmente preocupantes, como la contaminación de las aguas, la pérdida de biodiversidad o la resistencia a los antibióticos.

Problemas que genera el consumo de carne

El consumo mundial de carne tiene los siguientes problemas ecológicos:

• Problemática medioambiental: Para satisfacer la demanda mundial de carne, es necesario criar animales de forma masiva o extensiva. Precisamente por este motivo existe la soja transgénica: necesitan mucho grano y de buena calidad proteica para que los terneros y cerdos crezcan más rápido y el mercado siempre tenga abasto. Todo ello implica la deforestación de los bosques y zonas selváticas.
• Problemas de biodiversidad: El hecho de tener que cultivar grandes extensiones de soja transgénica conlleva tener que eliminar ecosistemas y usar plaguicidas, lo que, literalmente, destruye, mata y extermina especies autóctonas de plantas y animales.
• Contaminación atmosférica, por el metano (gas de efecto invernadero) que libera la cría extensiva de los animales, especialmente los de carne roja.
• Contaminación de las aguas, tanto por el uso de plaguicidas (para soja utilizada en los piensos), como por la propia industria cárnica. Los plaguicidas se filtran en el suelo y contaminan acuíferos y ríos, llegando a las ciudades. Lo mismo sucede con los residuos y excrementos de las granjas ganaderas.
• Resistencia a los antibióticos: Los animales están expuestos a gran cantidad de enfermedades y tienen que ser tratados sistemáticamente con medicamentos. Cada vez se están generando más microbios resistentes a los antibióticos y se estima que en el futuro aparecerán infecciones incurables por esta causa.

¿Cuánto contamina la carne?

Tal como alertaba un informe realizado por la FAO de 2009, titulado «la larga sombra del ganado», la industria ganadera es la mayor responsable mundial de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Estas emisiones también contribuyen de forma significativa a la lluvia ácida. Eso supone que contamina más que todo el sector de transporte del mundo.

Pérdida de recursos naturales necesarios para comer carne a diario

Los mamíferos de gran tamaño requieren de muchos recursos para crecer: es necesario invertir muchísimos recursos naturales para producir piensos (cultivar soja transgénica, agua potable, pesticidas, depuración de aguas, etc.) y durante su crecimiento y engorde (la ternera suele tener una edad de 10-12 meses).

Por ejemplo, se estima que, para producir 1 kg de carne de ternera, se destinan 15.000 litros de agua y que 1/3 de la superficie terrestre está destinado a la explotación ganadera.

Lámina del impacto ecológico de la carne. Con los alimentos que se necesitan para hacer crecer animales se podrían alimentar muchas más personas que con la carne producida. (Se trata de una imagen ilustrativa, las cantidades no son proporcionales)

Deforestación de los bosques

La industria cárnica es la responsable de la deforestación de bosques y selvas enteras, con el impacto que ello conlleva para los ecosistemas y para los habitantes autóctonos de estos lugares.

Dentro de la carne, la carne roja es la más contaminante

Todo ello implica que el consumo diario o frecuente de mamíferos, que son las carnes rojas, cerdo, ternera, cordero, caballo, sea muy costoso para el planeta, un auténtico derroche de energía, recursos y la destrucción de ecosistemas enteros. En cambio, la proteína vegetal es igual de nutritiva que la carne y para producirla se gastan muchos menos recursos naturales.

Algunos autores ilustran esta idea con el siguiente ejemplo: «contamina más un omnívoro en bicicleta, que un vegetariano en coche«.

¿Comer carne es perjudicial?

La carne es comestible y, como tal, no es tóxica. Cuando se habla sobre el consumo excesivo de carne, en todo momento se especifica un consumo diario, muy frecuente, recreativo, caprichoso o exagerado. Y es que, muchas veces, se consume carne por falta de ideas o de educación nutricional.

Si bien es cierto que no es necesario ni sostenible comer carne a diario, un consumo esporádico u ocasional no resultaría tan perjudicial para la salud ni para el planeta.

Para tomar conciencia de ello, existen inciativas como los lunes sin carne o las llamadas dietas flexivegetarianas. Sin embargo, no se necesita ninguna etiqueta para dejar de comer carne cada día.

Consejos para comer menos carne sin riesgos

La primera opción es fomentar el consumo de proteínas vegetarianas, principalmente a través de las legumbres. Con un plato de legumbres se obtienen las mismas proteínas que con la carne, y con muchas más vitaminas y minerales (de las que carece la carne). No hay que sufrir por si será malo comer legumbres a diario, si son malas para cenar, o si causan muchas flatulencias: todos ellos son mitos falsos.

A nivel doméstico, resulta más sostenible consumir carne de aves (los pollos se sacrifican entre los 40 y 60 días desde su nacimiento, comparado con los 10-12 meses de la ternera), huevos o lácteos, antes que obtener las proteínas de grandes mamíferos.

Se deberá tener en cuenta la suplementación con vitamina B12 si el consumo de alimentos de origen animal es muy bajo, o en situaciones especiales como el embarazo, lactancia, ancianos, o personas en riesgo de déficit de B12.

¿Existe el déficit de carne?

¿Hacia dónde se dirige la nutrición del futuro?

Los habitantes de las sociedades desarrolladas tenemos el privilegio de disfrutar de una amplia y variada diversidad de alimentos y productos alimentarios, procedentes de prácticamente todos los países del mundo, y en cualquier época del año.

Importancia del impacto ecológico de los alimentos

En un contexto de superpoblación mundial con 7.000 millones de habitantes, es obligado dejar de mirar solamente por la nutrición humana y empezar a tomar conciencia de la repercusión de la alimentación para la salud del planeta: las toneladas de pesticidas que se vierten diariamente, la huella de carbono de los alimentos, los residuos que no se reciclan, etc.

Muy probablemente, los expertos en nutrición del futuro no solamente deberán tener en cuenta el valor nutricional de los alimentos, sino también su impacto ecológico. Ello implicará evitar derrochar recursos naturales con dietas innecesariamente cargadas de productos de origen animal y renunciar al consumo recreativo de alimentos, como la moda fast food, tan perjudicial en muchos aspectos.

Adelantarse al futuro y cambiar hábitos alimentarios, a nivel global, puede prevenir un desastre ambiental y permitirnos seguir disfrutando del privilegio de alimentación que tienen las sociedades desarrolladas.

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Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

20 agosto, 2024