Contenidos
- 1 Depuración del hígado
- 1.1 ¿Qué alimentos son perjudiciales para el hígado?
- 1.2 Tóxicos para el hígado
- 1.3 Efectos perjudiciales del alcohol para el hígado
- 1.4 Grasas malas para el hígado
- 1.5 El exceso de sal para el hígado
- 1.6 Productos ultraprocesados para el hígado
- 1.7 Alimentos azucarados, tóxicos para el hígado
- 1.8 Alimentos asados: nitrosaminas para el hígado
- 1.9 Alimentos animales crudos o semicrudos
- 1.10 Salud del hígado: Otras causas de las enfermedades hepáticas
- 1.11 Otros factores que dañan el hígado
Depuración del hígado
¿Qué alimentos son perjudiciales para el hígado?
El hígado es el órgano encargado del metabolismo de los alimentos y de la depuración de las toxinas. Un hígado enferma por muchos motivos. La alimentación inadecuada es una de las causas para que el hígado no presente buena salud, pero, además, si al factor dietético se suman toda una serie de tóxicos perjudiciales del entorno, se puede llegar a producir una enfermedad hepática.
Tóxicos para el hígado
Entre los principales tóxicos alimentarios para el hígado podríamos mencionar los siguientes:
- Alcohol
- Grasas malas
- Exceso de sal
- Exceso de azúcar
- Alimentos asados y con aditivos
- Carne o pescado crudo
- Comidas muy abundantes
- Mala conservación de los alimentos
- Disruptores endocrinos
- Manipulación de químicos
Efectos perjudiciales del alcohol para el hígado
Las bebidas alcohólicas están completamente prohibidas en cualquier enfermedad que pueda afectar al hígado. En numerosos casos, el alcohol es el responsable del desarrollo de la enfermedad.
Aunque el alcohol no sea el causante de la enfermedad, el consumo de alcohol perjudica gravemente al enfermo del hígado y contribuye a la destrucción de las células hepáticas, lo que provoca que el órgano sea incapaz de producir las substancias adecuadas para el organismo o no puede sintetizar las vitaminas o los minerales. El alcohol es el principal enemigo del hígado.
Otros tóxicos son el tabaco y las drogas.
Grasas malas para el hígado
Las grasas animales son tóxicas para el hígado porque principalmente se encuentran en alimentos que no son saludables. Además, se sabe que los animales bioacumulan plaguicidas, restos de medicamentos y tóxicos en su tejido adiposo. Por lo tanto, la parte grasa es la menos interesante de la carne.
Por otra parte, el enfermo del hígado tiene muchas dificultades para digerir las grasas. La alimentación de la persona con cirrosis, hepatitis, insuficiencia hepática, etc. deberá evitar alimentos excesivamente ricos en grasas, como carnes rojas, mantequilla, nata, margarina, leche, chocolate o productos lácteos con mucha grasa.
Es interesante consumir huevos, pescado salvaje y/o carne ecológica (en el caso de dietas no vegetarianas), para evitar que el hígado deba filtrar la cantidad de tóxicos que se encuentran en los productos animales de cría extensiva o convencional.
Se puede tomar aceite de oliva virgen extra, aguacate, frutos secos y semillas (nueces, almendras, etc.) como fuentes de grasas saludables.
Es importante que las grasas no sean fritas o recalentadas. Este tipo de grasas genera un tipo de toxina llamada acroleína. Las grasas hidrogenadas tampoco deben ingerirse porque son más perjudiciales que las grasas animales.
Grasas buenas para el hígado
El exceso de sal para el hígado
El enfermo del hígado presenta problemas de retención de líquidos (ascitis). Evitaremos los alimentos muy ricos en sal que producen la retención de líquidos.
Alimentos que deben evitarse en este sentido porque contienen mucha sal son: el jamón, la panceta, los embutidos, los productos ahumados o en salazón, encurtidos, alcaparras, altramuces, etc.
Productos ultraprocesados para el hígado
Los productos ultraprocesados no son nada adecuados para la salud del hígado. Este tipo de alimentos contiene muchos conservantes, aditivos, azúcar, grasas malas, etc., que este órgano debe eliminar, por lo que su estado puede empeorar al ingerir estos productos.
Los precocinados y envasados suelen contener mucha sal, azúcar y/o grasas de mala calidad, por lo que tampoco resultan beneficiosos en la mayoría de los casos. Pasteles, galletas, tartas, leche entera o sus derivados, chocolate, cruasanes, caramelos, etc son alimentos que el enfermo del hígado debe evitar.
Ocasionalmente se pueden tomar alimentos precocinados como cremas de verduras naturales, siempre que en los ingredientes consten sólo alimentos naturales (verduras y aceite) y no una larga lista de ingredientes y aditivos (leche en polvo, almidón modificado, nata, conservantes, etc.).
Alimentos azucarados, tóxicos para el hígado
Los alimentos a la plancha, asados o al grill contienen hidrocarburos aromáticos policíclicos.
Comer muchos alimentos ricos en azúcares refinados conlleva el aumento de grasa corporal, que es sintetizada por el hígado. Producen unos niveles muy elevados de insulina que no son nada beneficiosos para personas con obesidad, menopausia, diabetes o hipertensión. Lo más conveniente son dulces naturales como las frutas.
Igualmente el uso de edulcorantes artificiales como aspartamo, sucralosa o sacarina no se recomienda, perjudica al hígado enfermo.
Alimentos asados: nitrosaminas para el hígado
Los alimentos muy asados, a la brasa o a la parrilla, generan una serie de toxinas que el hígado debe eliminar. Un hígado enfermo es incapaz de eliminarlas y empeora con la presencia de estas sustancias.
Alimentos animales crudos o semicrudos
La cocina realizada con alimentos de procedencia animal crudos o semicrudos, como el pescado crudo o el marisco crudo o poco cocinado, resultan inadecuados para los enfermos de cirrosis pues pueden contener microorganismos que perjudican al hígado. En personas no enfermas estos alimentos resultan muy peligrosos, puesto que algunas veces son la causa de infecciones hepáticas o intestinales.
Salud del hígado: Otras causas de las enfermedades hepáticas
La causa de que el hígado se encuentre enfermo o no se recupere adecuadamente puede ser una alimentación inadecuada. Sin embargo para una buena salud del hígado, además de escoger los alimentos adecuados, es conveniente tener en cuenta los siguientes consejos:
Lámina con los alimentos no recomendados para enfermedades el hígado. Elaborado por © Botanical-online
- Comidas muy abundantes: Es mejor comer muchas veces y poca cantidad, que ingerir muchos alimentos en menos comidas. Las comidas muy abundantes obligan al hígado a realizar un sobreesfuerzo. Un enfermo del hígado debería comer cuatro o cinco comidas ligeras cada día.
- Masticar mucho los alimentos. Masticar facilita el trabajo a los órganos digestivos y acorta el tiempo de digestión. Desintegra el alimento para que actúen mejor las enzimas digestivas, además de predigerir los carbohidratos y preparar el cuerpo para la digestión (aumento de las secreciones, etc.).
- Según la Medicina Tradicional China, el hígado es el órgano que distribuye la energía y que hace que ésta fluya correctamente por el organismo. Los médicos orientales consideran que las emociones bloqueadas pueden ser un síntoma de congestión hepática, por ejemplo después de cambios emocionales fuertes, como una ruptura de pareja o la pérdida de un ser querido.
- Comidas recalentadas: Cocinar más alimento de lo normal para para reutilizarlo en otra comida puede ser la causa de la contaminación de la misma con microorganismos que pueden causar infecciones. Es mejor cocinar las cantidades necesarias sin que haya sobrar. Recalentar los alimentos es una mala costumbre que no aporta ningún beneficio al hígado.
- Frutas y verduras no lavadas que contengan pesticidas cancerígenos o perniciosos.
- Comidas mal conservadas con alimentos que pueden ser susceptibles del ataque de bacterias como salmonela, listeria, enterobacterias, etc.
- Ciertos alimentos desecados y mal conservados pueden generar aflatoxinas altamente perjudiciales para el hígado.- Las manos no lavadas durante las comidas pueden ser agentes transmisores de microorganismos.
Otros factores que dañan el hígado
- Manipulación de productos químicos puede dañar al hígado. El contacto o la inhalación de estos productos es responsable de la aparición de numerosos enfermedades hepáticas. Puede producirse por contacto con metales pesados.
- Automedicación, la utilización irresponsable de medicamentos o drogas, son causas habituales de enfermedades hepáticas.
- Relaciones sexuales no seguras o el compartir jeringuillas, cepillos de dientes, artículos de afeitado, etc. son causas de contagio de la hepatitis.
- Ciertas anomalías genéticas, no tratadas médicamente, como el exceso de hierro (hemocromatosis) o el exceso de cobre (Enfermedad de Wilson) pueden causar graves daños al hígado.
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19 febrero, 2024