Contenidos
- 1 Beneficios de la fruta seca y peligros por mala conservación
- 1.1 ¿Qué es la fruta seca y qué beneficios tiene comerla?
- 1.2 Precauciones con la fruta seca
- 1.3 ¿Cómo consumir la fruta deshidratada?
- 1.4 ¿Para quienes no resultan adecuadas las frutas secas?
- 1.5 Aflatoxinas en los frutos secos
- 1.6 Frutos secos con muchas aflatoxinas
- 1.7 Aflatoxinas en frutas secas deshidratadas:
- 1.8 ¿Cómo almacenar los frutos?
- 1.9 ¿Cómo evitar comer frutos secos en mal estado?
- 1.10 Los frutos secos pueden producir alergia
- 1.11 Los frutos secos se deben consumir bien maduros
Beneficios de la fruta seca y peligros por mala conservación
¿Qué es la fruta seca y qué beneficios tiene comerla?
La fruta seca o desecada es aquella que se ha sometido a un proceso de deshidratación, con el cual se ha disminuido su nivel de humedad desde el 85-90% al 5-35%.
Se trata de alimentos muy recomendables para la salud, porque además de glúcidos, contienen muchas vitaminas y minerales, que resultan esenciales para el buen funcionamiento del organismo.
La fruta seca concentra el contenido en fibra, calcio y hierro de las frutas frescas.
Precauciones con la fruta seca
Sin embargo, a pesar del valor nutricional y de los beneficios que aporta la fruta seca para la salud, no debe abusarse de ella y se debe moderar su ingestión en caso de problemas metabólicos, como la diabetes, el hígado graso o la obesidad.
¿Cómo consumir la fruta deshidratada?
Se tienen que tener en cuenta una serie de precauciones respecto a su compra, conservación y maduración:
- Alimentos debidamente envasados. El envase debe indicar el país productor, la fecha de caducidad, empresa responsable y el sello de la Unión Europea (si se compra en un país europeo). Estos son indicativos de que el alimento cumple los controles sanitarios.
- Comprar en tiendas higiénicas: Los productos deben estar en un lugar limpio, fresco y seco. No pueden estar en contacto directo con el suelo, sobre superficies sucias, o en lugares donde queden expuestos directamente al sol.
- En casa, conservar bien y consumir pronto: Conservar en envases limpios, secos, en lugares frescos y sin luz. Es natural que los alimentos se deterioren, sobre todo en una cocina, donde las condiciones de humedad y temperatura son elevadas. Aunque son productos de larga caducidad, no se recomienda conservarlas durante mucho tiempo.
- Observar antes de consumir: Cuando estos productos están mal conservados suelen tener manchas o signos de mala conservación.
¿Para quienes no resultan adecuadas las frutas secas?
No deberían comer frutas secas o deshidratadas:
- Las personas que tienen alergia a estos frutos.
- Los bebés o niños pequeños, porque todavía no tienen el sistema disgestivo preparado para digerir estos alimentos y porque pueden desarrollar alergia muy fácilmente, dado que su sistema inmunitario es todavía muy débil.
- Las personas que quieran hacer dietas de adelgazamiento y personas con sobrepeso u obesidad. Debido a su alto poder calórico deben hacer un consumo moderado de ellos aquellas personas que presentan sobrepesos u obesidad.
- Personas con intolerancia a la fructosa.
Aflatoxinas en los frutos secos
Frutos secos
Los frutos secos deben almacenarse en buenas condiciones. Cuando este tipo de frutos no se almacena en buenas condiciones (almacenes con temperaturas entre los 25 y 30 ºC, con valores de humedad por encima del 80 %, con problemas de ventilación y falta de luz), existe el peligro de que los mohos procedentes de los campos de cultivo desarrollen micotoxinas.
Estas toxinas resultan tóxicas para el organismo humano y algunas de ellas muy dañinas. Especialmente nefastas resultan las aflatoxinas, que son los productos de deshecho que elaboran principalmente los hongos del género Aspergillus, sustancias que han demostrado ser muy nocivas para la salud, tanto en personas como animales, por sus efectos tóxicos sobre el sistema nervioso e inmunológico y por el papel que desempeñan en el desarrollo del cáncer de hígado.
Frutos secos con muchas aflatoxinas
Entre los frutos secos que resultan especialmente sensibles a la contaminación con mohos se encuentran los siguientes:
El cacahuete o maní es responsable de numerosos casos de contaminación por aflatoxinas.
Aflatoxinas en frutas secas deshidratadas:
¿Cómo almacenar los frutos?
Para prevenir la formación de micotoxinas se deben conservar adecuadamente la fruta seca
Las administraciones sanitarias realizan análisis exhaustivos para comprobar el nivel de aflatoxinas de estos alimentos. Sin embargo, igualmente se debe seguir una buena conservación durante todo el proceso de compra: desde el almacén, hasta en la tienda y finalmente el consumidor en casa.
En la práctica, muchos análisis llevados a cabo, han demostrado la presencia de estas toxinas en muchos alimentos de venta habitual en el mercado, especialmente en aquellos que procedían de países donde los productos se encuentran poco controlados sanitariamente, lo que obligó a retirar partidas enteras. Por lo tanto, hay que ser prudentes a la hora de comprar, conservar y comer estos alimentos.
Además, a nivel particular podemos aplicar muchas medidas para prevenir la formación de micotoxinas durante el almacenamiento de las semillas.
¿Cómo evitar comer frutos secos en mal estado?
Las medidas principales para evitar esta contaminación serían:
- Comprar habitualmente estos productos de marcas fiables.
- Rechazar aquellas frutos que presenten mohos, se encuentren muy secos o con colores anormales.
- Intentar comprar productos envasados, o aquellos que se venden en tiendas a granel higiénicas.
- No dejar que se pongan rancios. Consumir lo más pronto posible una vez abiertos y mantenerlos en recipientes adecuados, secos y lejos de fuentes de calor.
Cómo prevenir las aflatoxinas
Los frutos secos pueden producir alergia
Algunos frutos secos pueden producir alergias alimentarias. Este tipo de alergias, que suele ser más habitual con los cacahuetes, pero que puede darse en con otros frutos secos, puede producir reacciones muy graves hasta llegar a la asfixia.
Por lo tanto, si comemos por vez primera algún tipo de frutos secos, y se produce algún tipo de reacción negativa en el organismo (picor, náusea, cambios en la voz, peso en la garganta, dolor en el vientre, diarrea, atontamiento, etc.) lo mejor es dejar de comer este alimento y acudir al especialista para que, con las pruebas pertinentes, determine si existe tal anomalía.
Esta prueba es conveniente en niños pequeños con antecedentes de alergia entre sus familiares. En este caso, antes de empezar a comer frutos secos, deberían realizarse las pruebas adecuadas.
La alergia a estos alimentos es crónica y obliga a prescindir de ellos o de alimentos derivados de ellos, como los aceites o mantequillas, a lo largo de toda la vida. El enfermo debe aprender qué tipo de alimentos puede comer y cuales no puede comer.
La posibilidad de una reacción alérgica, junto con la dificultad de masticación, son dos razones por las cuales no debería darse este tipo de frutos a menores de 2 años. Sería también conveniente que la introducción de estos alimentos se realizase siempre en cantidades pequeñas para poder prever las posibles reacciones alimentarias.
Los frutos secos se deben consumir bien maduros
Son muy buenos para la salud, pero debemos comerlos bien maduros y mantener unas normas correctas de conservación.
Los frutos secos que todavía no han madurado pueden poseer substancias tóxicas que la maduración transforma y las hace comestibles.
Resulta especialmente interesante tener en cuenta que no se pueden comer las almendras tiernas porque poseen amigdalina, un componente que, una vez ingerido, produce glucósidos cianogénicos (cianuro). Este componente desaparece al madurar. Tampoco deberán comerse las almendras amargas aunque estén maduras porque son muy ricas en toxinas.
Contraindicaciones de los frutos secos
Más información sobre las frutas y frutos secos.
13 enero, 2022