Suplementos laxantes

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1 Suplementos para curar el estreñimiento

Suplementos para curar el estreñimiento

ALIMENTACIÓN Y HÁBITOS SALUDABLES

Dieta para el estreñimiento: una dieta rica en fibra y agua beneficia el tránsito intestinal. También es interesante el consumo de bifidobacterias (yogur, kéfir). *Más información: Dieta para el estreñimiento
Evitar el sedentarismo: el ejercicio regular beneficia el movimiento de los intestinos y contribuye a mejorar el estreñimiento. *Más información: Beneficios de caminar 1 hora al día
Masajes para el estreñimiento

La dieta y el ejercicio físico son un factor básico para prevenir el estreñimiento y regular el ritmo deposicional.

FIBRA REGULADORA

La fibra reguladora es la fibra soluble que encontramos en los alimentos como frutas, verduras y semillas. Éstas se deben tomar con bastante agua, para que en el intestino formen un gel, que se hidrata hasta multiplicar su volumen.

El gel es emoliente y provoca la estimulación de las paredes de los intestinos, aumenta su movimiento (peristaltismo) y ablanda el bolo fecal. Ello mejora la bioflora intestinal y contribuye a regular el ritmo deposicional.

Los suplementos de fibra reguladora presentan pocas contraindicaciones ya que se encuentran en los alimentos de forma natural.*Más información: Alimentos ricos en fibra.

Las fibras reguladoras más conocidas son la pectina, inulina, mucílago, gomas y glucomanana (Más información).

Debido a que este tipo de fibra multiplica su tamaño, también se utiliza como remedio para saciar el hambre.

La forma más cómoda de tomar estos suplementos es añadiéndolos en el yogur o ensaladas, o tomándolo en cápsulas. Siempre se deben tomar con un vaso de agua.

Suplementos de fibra reguladora:

Agar-agar: preparado de algas rico en fibras del tipo soluble. Aumenta el bolo fecal, regula el ritmo intestinal y ablanda las heces. Ideal en gelatinas junto con frutas ricas en pectina (manzana, fresas, naranjas,…)
Espirulina: contiene fibra mucilaginosa que ayuda a aumentar el bolo fecal.
Fenogreco: rico en fibra del tipo glucomanana, que posee una alta capacidad de hidratación y tiene efecto laxante.
Fucus: posee una alta concentración en mucílagos, que favorece la evacuación.
Glucomanano: suplemento preparado de fibra soluble del tipo glucomanana, extraída de la raíz de konjac. Este tipo de fibra posee alta capacidad de hidratación y se emplea para el estreñimiento.
Linaza: ricas en Omega 3 y fibra soluble.
Liquen de Islandia: posee una alta concentración en mucílagos.
Mucílago de centeno: decocción para el estreñimiento. El centeno contiene pentosanas, un tipo de fibra con efecto regulador intestinal y que otorga al pan de centeno su esponjosidad.
Salvado de avena: contiene fibra soluble e insoluble. Ejerce efecto saciante, energético, regulador y laxante.
Semillas de chía: semillas muy ricas en fibra mucílago y minerales. Se toman con el yogur o en ensaladas para el estreñimiento.
Semillas de sésamo: además de su conocido contenido en calcio, estas semillas son ricas en mucílagos. Introducirlas en la alimentación colabora a regular el ritmo intestinal.

*Información relacionada: Hierbas para el estreñimiento

FIBRA LAXANTE

Su efecto laxante es rápido y ligeramente irritante. Los preparados como el salvado de trigo están contraindicados en caso de colon irritable, enfermedad inflamatoria intestinal o diverticulitis, ya que son ligeramente irritantes. Tienen efecto catártico (que aceleran la defecación) y producen heces más líquidas.

ACEITES Y GLICERINA

Los aceites son laxantes del tipo lubricantes. En ocasiones, el estreñimiento ocasional puede producirse por la baja ingesta de aceite (especialmente ocurre en dietas de adelgazamiento). El aceite cubre la superficie de las heces y el ano, ayudando a ablandar las heces y a evacuar.

Aceite de cártamo: sus semillas y aceite tienen efecto laxante.
Aceite de oliva: ejerce un efecto lubricante de los intestinos que beneficia la evacuación.
Aceite de parafina o acalórico: es un tipo de aceite que nuestro cuerpo no puede digerir. Se utiliza en dietas de adelgazamiento como sustituto del aceite. Debido a que no lo digerimos, éste ejerce un efecto lubricante y laxante en el intestino.
Aceite de ricino: ejerce de lubricante y ayuda a evacuar.
Supositorios de glicerina: son el remedio más utilizado. La glicerina lubrica el interior del ano y favorece la eliminación. Empleado en estreñimiento y para las hemorroides. Ayuda a expulsar las heces duras.

MINERALES PARA EL ESTREÑIMIENTO

Los minerales se utilizan en forma de sales como laxantes osmóticos. Provocan una concentración de minerales en el intestino, que obliga al organismo a liberar agua para equilibrar las concentraciones de minerales. Estos laxantes se administran vía oral o rectal.

Los laxantes de sales minerales conllevan una pérdida importante de líquido y electrolitos, que se deben compensar bebiendo abundante agua -o bebidas isotónicas- y tomando alimentos. Están contraindicados para personas que tomen medicación, problemas de corazón, de riñones y circulatorios.

Este tipo de laxantes tienen efecto rápido, pero no deben usarse en tratamientos largos. Debido a que altera las concentraciones de minerales del organismo, no debe usarse por personas con problemas circulatorios, varices, mala circulación, problemas renales ni personas que estén tomando medicación, por ejemplo, para la hipertensión o enfermedades del corazón.

Fosfatos: entre el grupo de los laxantes con fosfatos, el más conocido es el fosfato de sodio. Su efecto osmótico actúa atrayendo agua al interior del colon, lo que ablanda las heces y facilita su evacuación. A largo plazo provoca alteraciones de electrolitos en el cuerpo.
Hidróxido de magnesio: ejerce de laxante osmótico, es decir, provoca que en el intestino haya más agua y así favorecer la evacuación (de consistencia más líquida). También se conoce como leche de magnesia.
Lactulosa y lactitol: estos laxantes son azúcares (lactulosa) o alcoholes (lactitol) que fermentan en el intestino y forman sustancias que estimulan el peristaltismo o movimientos de los intestinos. Su efecto no es inmediato y suelen provocar ventosidades o meteorismo debido a los gases fermentativos.
Sales de Epsom: consiste en sulfato de magnesio heptahidratado. Es un laxante osmótico que arrastra agua de los intestinos pero también de los vasos sanguíneos y tejidos circundantes. Popular por formar parte de la dieta de limpieza hepática como eliminador de toxinas, aunque en realidad es un laxante fuerte que provoca desajustes de electrolitos (hipomagnesemia) en el cuerpo si se usa con demasiada frecuencia.