Recolección y conservación de las bellotas

Cómo recoger y guardar las bellotas comestibles

cocinar bellotas de encina

Foto de bellotas de encina, se tienen que desamargar para ser comidas

Época de recolección de las bellotas

Las bellotas se recogen entre los meses de septiembre y noviembre, en otoño. Se distingue cuando están maduras porque estas tienen una coloración marrón, tamaño engrosado, y porque se desprenden fácilmente de su capuchón (cascabillo), motivo por el que muchas de ellas se encuentran ya en el suelo.

¿De qué árboles recolectar las bellotas?

Dentro de una misma especie, hay árboles que producen bellotas dulces y otros que las hacen amargas. Es posible comprobar cómo en los pueblos, aquellos quienes consumen bellotas, tienen localizados los árboles que producen las bellotas dulces. Por ejemplo, se sabe que, en general, las bellotas que producen las carrascas son más dulces que las que producen las encinas. Y que algunos robles producen bellotas dulces, mientras que otros producen bellotas demasiado amargas, que no son comestibles.

Se recomienda buscar aquellos árboles que producen bellotas dulces. Las bellotas agrias tienen mayor contenido en taninos (sustancias amargas) y pueden producir intoxicaciones en caso de ingestiones importantes.

Recolección de las bellotas

Se pueden recoger las bellotas del suelo, con la precaución de recoger sólo las enteras, y observar que estas no estén agujereadas por gorgojos o pudridas por la humedad, en cuyos casos no deben recolectarse. También se pueden recoger las bellotas directamente del árbol.

La mejor hora para recolectar las bellotas es al mediodía, cuando están secas por el calor del sol. No conviene recolectarlas tras un día lluvioso o cuando aún están húmedas, debido a que la humedad favorece la mala conservación de la bellota y su pudrición. En todo caso, si se recolectan durante épocas húmedas, se deberá tener especial cuidado en el secado previo a la conservación.

Importancia ecológica de las bellotas

No se deben recolectar todas o la mayoría de bellotas de un árbol. Como se menciona en el apartado de recolección de plantas silvestres, para que el consumo de estas plantas sea sostenible, es necesario una recolección responsable.

Las bellotas son necesarias para alimentar a los animales del bosque, como las ardillas, las cuales recolectan bellotas para alimentarse durante el invierno. Las bellotas también son necesarias para que algunos insectos completen su ciclo vital.

Conservación de las bellotas en casa

A diferencia de otros frutos del bosque, las bellotas no tienen que ser consumidas inmediatamente, sino que se pueden guardar (como hacen las ardillas), y se conservan bien durante un tiempo. Su cáscara y su contenido en taninos las protege del ataque de bacterias.

El mayor problema de la conservación de las bellotas recae en que pueden ser atacadas por hongos, que no son visibles y que resultan altamente tóxicos, debido a que producen aflatoxinas, un tipo de micotoxinas que resultan muy dañinas para el hígado.

¿Cómo guardar las bellotas?

En casa, el método tradicional para guardar las bellotas es limpiarlas -en seco- de restos de tierra, secarlas y guardarlas en sacos transpirables, en un lugar seco, fresco y sin luz.

Las bellotas son susceptibles al ataque de los hongos durante su almacenamiento. Por este motivo, a nivel casero, no se recomienda conservar las bellotas durante mucho tiempo.

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Cómo cocinar las bellotas

Más información sobre las bellotas.

Este artículo ha sido avalado por Elisenda Carballido - Dietista nutricionista. Postgrado en Fitoterapia y máster en Nutrición y Metabolismo.
Editorial
Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

24 febrero, 2021

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