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Cómo se realiza la siembra
Foto de un cultivo de lechuga |
¿En qué consiste la siembra?
La siembra es una de las principales tareas agrícolas.
La siembra consiste en situar las semillas sobre el suelo o subsuelo para que, a partir de ellas, se desarrollen las nuevas plantas.
Hay que saber sembrar bien si queremos que nuestras plantas crezcan en el lugar adecuado y con las condiciones adecuadas.
Tenemos que pensar que una cosecha conlleva mucho trabajo, esfuerzo y dinero, por lo que debemos asegurarnos de que todos los pasos que llevan a ella han sido tomados adecuadamente.
Tipos de siembra
Existen fundamentalmente dos tipos de siembra:
- Siembra directa: Es aquella en la que las semillas se sitúan directamente en su emplazamiento definitivo. La siembra directa requiere que el suelo tenga unas determinadas condiciones de humedad y temperatura y que haya sido preparado adecuadamente para recibir las semillas. Igualmente debemos tener en cuenta lo que se conoce como marco de plantación que incluye la profundidad de sembrado o la distancia de plantación entre semillas.
- Siembra indirecta: Es cuando la semillas no se siembran directamente sobre el suelo sino que se siembran a cubierto para que puedan resistir las condiciones ambientales o cuando se prefiera disminuir las perdidas de semillas si se utiliza el método directo. En este caso la siembra se efectúa en un semillero. Este tipo de siembra garantiza un uso más eficaz de la semilla. En el semillero las semillas no guardan las distancias reales porque después deben trasplantarse a su lugar definitivo.
Cómo obtener semillas
La mejor manera de disponer de semillas de calidad y confianza es obtenerlas directamente de nuestras propias plantas. No obstante, si pretendemos conseguir variedades nuevas o no tenemos la voluntad o la confianza de producir nuestras propias semillas, podemos recurrir a semillas producidas en viveros especializados o centros de jardinería.
Si vamos a un centro de calidad, podemos estar seguros que compraremos semillas con garantía de éxito. Sin embargo, hay que admitir que comprar buenas semillas resulta más caro que producirlas en casa por lo que, al menos, resulta muy interesante intentarlo.
Técnicas de siembra: ¿cómo sembrar las semillas?
Las plantas silvestres comestibles crecen de manera espontánea cuando la semillas caen en el suelo después de ser dispersadas fundamentalmente por el viento o por los animales. Sin embargo, en horticultura es conveniente conocer las técnicas de siembra para obtener los resultados más satisfactorios. Las principales maneras de sembrar son las siguientes:
- Siembra a voleo : Se trata de un método de siembra directo en el que se intenta que las semillas se distribuyan lo más uniformemente posible sobre todo el terreno.
Este tipo de siembra se utiliza especialmente en los viveros para sembrar semilleros. Se trata de un tipo de siembra realizada al azar que requiere gran cantidad de semillas y no resulta rentable para la mayoría de los cultivos.
Se utiliza fundamentalmente con cultivos intensivos, sobre todo para cereales o legumbres como el arroz, la soja, el trigo, el heno, etc.
La siembra a voleo puede realizarse mecánicamente mediante máquinas llamadas sembradoras o manualmente.
Las primeras garantizan una mayor rapidez y precisión aunque resultan mucho más caras. En la siembra a mano, el agricultor dispone de un contenedor en donde se encuentran las semillas y las siembra manualmente a medida que avanza por el campo.
Si se siembra a mano o cuando se siembran a voleo semillas muy poco pesadas, es conveniente mezclarlas con otros materiales más pesado como la arena para que caigan con mayor facilidad en el lugar deseado.
Además la arena suele tener un color diferente al suelo por lo que visualmente puede distinguirse si se ha realizado una siembra bastante uniforme.
La siembra a voleo no garantiza una distribución uniforme de las semillas
- Siembra en surco o chorrillo: En este caso se siembra directamente en el surco una cantidad constante de semillas, que posteriormente en algunos cultivos deberá aclararse para que las plantas puedan crecer bien. En otros casos se dejan crecer espontáneamente y no hace falta aclarar. Muchas leguminosas o cereales se siembran utilizando esta técnica.
Si se utiliza esta técnica se puede sembrar en el fondo del surco, tal como se hace con el maíz o el sorgo, en los laterales o taludes del surco, tal como se realiza con el tomate o la calabaza o en la parte superior del surco o camellón, método que se lleva a cabo en la mayoría de verduras y hortalizas.
En la siembra a chorrillo las semillas se distribuyen a lo largo del fondo del surco
- Siembra espaciada o a golpes o siembra mateada en surcos : Es una manera de sembrar en surcos pero dejando una distancia considerable entre una semilla y otra o entre dos grupos de semillas. La distancia puede oscilar entre los 30 y los 80 cm. Es una técnica que garantiza un uso más eficaz de las semillas y, al mismo tiempo, evita o restringe el aclarado posterior. En este caso tenemos cultivos como el maíz y los cacahuetes.
En la siembra espaciada se siembran grupos separados de 2 o 3 semillas si se trata de semillas grandes o un grupos separados de varias semillas si se trata de semillas más pequeñas.
- Siembra de precisión: En este caso la siembra se realiza mediante máquinas especialmente diseñadas para sembrar semillas que se han distribuido previamente en paquetes adecuados para cada tipo de cultivo.
La máquina, una vez se le ha calibrado la distancia y la profundidad de siembra, introduce el paquete o píldora de semillas en el terreno. Cada paquete contiene un envoltorio que se deshace al cabo de poco tiempo para dejar las semillas en contacto con el suelo.
Este tipo de siembra solamente se realiza en cultivos intensivos porque permite ahorrar una cantidad muy elevada de semillas.
Condiciones para poder sembrar
Para conseguir un germinado adecuado, se deben reunir una serie de condiciones tanto en lo que se refiere al estado de las semillas como a las condiciones del suelo y a la climatología.
Las semillas deben ser frescas, lo que implica que no deben haber superado el periodo habitual de germinación. Cuando compramos semillas, debemos mirar en el envase cuando termina la fecha garantizada para poder plantarse. Muchas semillas pueden germinar bastante tiempo después de esta fecha de caducidad, sin embargo, para asegurar un germinado ideal no debería guardarse más tiempo que el aconsejado por el vendedor.
El poder germinativo de las semillas depende mucho del estado en que estas se encuentran antes de sembrarse. En caso de producir nuestras propias semillas, deberíamos consultar estos datos previamente. (Más información sobre la conservación de las semillas)
Además de disponer de las semillas adecuadas, convenientemente tratadas y guardadas, debemos reunir unas condiciones ideales de temperatura, humedad y oxigenación para que las semillas germinen adecuadamente.
*Véase: Condiciones del suelo y del ambiente para realizar la siembra
Más información sobre cultivos del huerto, tratamiento de plagas, tareas y cuidados.
15 noviembre, 2024