Contenidos
- 1 Características del salvado
- 1.1 ¿Qué es el salvado?
- 1.2 Diferencias entre el grano integral y el refinado
- 1.3 Suplementos de salvado
- 1.4 Riqueza en minerales del salvado de cereales
- 1.5 Formas de ingerir suplementos de salvado. Dosis recomendadas
- 1.6 Precauciones con el salvado
- 1.7 Más información sobre otros suplementos alimentarios.
Características del salvado
¿Qué es el salvado?
El salvado es el producto que queda al refinar los granos de los cereales. El salvado corresponde a lo que serían las capas externas del grano y más concretamente al pericarpio, con sus tres subcapas: epicarpio, mesocarpio y endocarpio (ricas en fibra y minerales), la testa (rica en vitaminas y enzimas) y la capa de aleurona (rica en proteínas y grasas).
La eliminación de estas capas supone la privación de toda una serie de nutrientes que son muy importantes para la salud. Así, por ejemplo, en el salvado de avena, esta capa contiene entre el 60 y el 80 % de todos los minerales.
Partes del grano de cereal (Hacer clic para ir a la página)
Diferencias entre el grano integral y el refinado
Cuando comemos pan de harina integral, los nutrientes presentes en el pericarpio de los granos quedan incorporados a la masa y podemos aprovecharnos de ellos.
En cambio, cuando comemos pan realizado con harina blanca, la mayoría de ellos no aparecen en el pan, que queda desposeído de la mayoría de nutrientes, convirtiéndolo en un producto exclusivamente rico en calorías. Los productos refinados aportan calorías vacías, porque no contienen todas las vitaminas, fibras, minerales, grasas esenciales, enzimas y otros nutrientes presentes en el grano entero.
El pan blanco aporta energía, pero sin las ventajas del resto de componentes que poseía el pan integral.
¡Atención! El pan integral que se vende en muchas panaderías es pan reconstituido, es decir, una mezcla de salvado de trigo u otras fibras y de harina blanca, que no está hecho con la harina completa y que no aporta las propiedades del pan integral.
Suplementos de salvado
Para contrarrestar el refinado de los cereales en la sociedad actual, tenemos la posibilidad de ingerir suplementos de salvado. Entre ellos los que más se utilizan son el salvado de trigo y el salvado de avena.
Salvado de avena (izquierda) y salvado de trigo (derecha) |
Estos suplementos se presentan en copos o en comprimidos, y se pueden tomar junto con la dieta habitual, introducirlo en recetas.
En todos los casos es importante beber abundante agua junto con la toma de salvado, para que la fibra actúe y se asimile mejor.
También es posible conseguir germen de trigo, para obtener el germen de los cereales que también se pierde durante el refinamiento de las harinas.
Riqueza en minerales del salvado de cereales
Los salvados de cereales son ricos en minerales. Destaca especialmente el salvado de arroz por su riqueza en minerales. Es el que contiene más potasio y fosforo, hierro, magnesio y manganeso. El salvado de trigo es muy rico en estos minerales, aunque no alcanza al salvado de arroz. El salvado de avena contiene valores respetables, mientras que el salvado de maíz presenta una mineralización más baja.
El salvado de trigo es el que contiene más cobre y más cinc.
A pesar de su riqueza real en minerales, se tiene que considerar que el salvado es rico en fitatos. Estos componentes inhiben la absorción de los minerales, principalmente el hierro y el calcio, por lo que, en vez de aportar riqueza en este componente, incluso podrían perjudicar la absorción de otros minerales procedentes de otros alimentos.
Se ha comprobado que es más conveniente tomar pan integral que el salvado crudo, dado que la cocción destruye la mayor parte de los fitatos. También se ha comprobado que la ingestión excesiva de salvado puede rebajar los niveles de minerales del organismo.
– Riqueza en fibras no solubles: Los cereales integrales son los alimentos mas ricos en fibras no solubles, en forma de celulosa, hemicelulosa y lignina. Esta fibra es la que tiene la capacidad de absorber agua, aunque no se disuelve en ella, tal como hace la fibra soluble.
Formas de ingerir suplementos de salvado. Dosis recomendadas
Se puede ingerir salvado en fragmentos secos o mediante comprimidos. Los salvados que se pueden adquirir como suplementos son los de avena, de trigo y de arroz.
La forma más habitual es tomar salvado crudo en fragmentos. La dosis habitual como preventivo suele ser de una cucharada diaria tomada junto con zumos, leche, yogur, patatas, etc.
Los cereales industriales muy ricos en fibra están constituidos principalmente por salvado |
Existen dosis terapéuticas mucho más elevadas. Para disminuir el colesterol, por ejemplo, se recomienda tomar de 25 a 100 g diarios, lo que supera claramente la dosis diaria total de fibra recomendada que se cifra en 25 a 35 g diarios.
En caso de estreñimiento se recomienda tomar 15 g diarios de la mezcla de salvado de trigo y de avena.
En estos casos es necesario consultar con el dietista, nutriólogos o médico para que determine cual es la cantidad que debemos ingerir.
Poco a poco se va alcanzando la dosis recomendada. Hay que tener en cuenta que la reacción al salvado depende mucho de las personas. Algunas, por ejemplo, necesitan hasta 6 veces más cantidad que otras para combatir el estreñimiento. Debemos considerar también que, cuando se toma salvado en trozos secos, tienen un efecto mucho mayor cuanto mayores sean los fragmentos en que se presente.
En casos de ingestión elevada se recomienda comenzar con dosis pequeñas para que el organismo se vaya acostumbrando.
Precauciones con el salvado
Hay que tener bien presente que el salvado no constituye ningún alimento sino un suplemento nutricional, por lo que hay que ser prudentes en la cantidad de salvado que ingerimos. La ingestión de salvado en dosis excesivas puede ocasionar más problemas de salud que ventajas.
Un exceso de fibra no soluble puede producir anomalías intestinales, como putrefacciones, diarrea, hinchazón de vientre, flatulencias o incluso oclusiones intestinales.
Dietas excesivas en salvado pueden ser responsables de otras enfermedades más graves como síndrome de colon irritable o, como hemos visto anteriormente, déficit de minerales.
No necesitan probablemente, a no ser como medida terapéutica dirigida por un especialista, tomar suplementos de salvado las personas que comen habitualmente pan integral o abundantes alimentos naturales ricos en fibra no soluble (todas las legumbres; algunas frutas, como las piñas, las chirimoyas; o algunas hortalizas o verduras como las zanahorias, las espinacas, las alcachofas, las lechugas, los tomates o las acelgas).
Es necesario ingerir junto con el salvado cantidades de agua para evitar los problemas secundarios que la ingestión de este suplemento puede originar.
El agua ayuda a ablandar las fibras y a facilitar su paso por el intestino. Es recomendable beber, como mínimo un par de litros de agua si se incluye este suplemento en la dieta habitual.
En caso de diverticulitis es recomendable consultar con el médico la conveniencia de tomar este suplemento. No deben ingerirse salvado las personas que padezcan algún tipo de colitis, como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Chron. En caso de osteoporosis, se recomienda no tomar salvado para evitar que este suplemento inhiba la absorción del calcio.
Más información sobre otros suplementos alimentarios.
20 noviembre, 2021