Propiedades de las preparaciones con plantas medicinales

Tipos de preparaciones en fitoterapia

Cómo preparar remedios con plantas medicinales

Para que las plantas medicinales proporcionen sus efectos deseados, debemos ingerir sus principios activos, es decir aquellos componentes que tienen un poder curativo.

Infusión de romero y jengibre

Existen plantas medicinales que se pueden tomar directamente, consumiéndolas vía oral, en la dieta, como un alimento más, y que no precisan de ninguna preparación especial. Podríamos decir que se trata de alimentos con propiedades medicinales, o también podría tratarse de los beneficios de comer hierbas aromáticas.

Así, por ejemplo, para asimilar el licopeno contenido en el tomate no hace falta nada más sofisticado que realizar comer una buena ensalada. Con ello, el organismo será capaz de apropiarse de este componente que tan bueno resulta para luchar contra el cáncer sin necesidad de hacer nada más. Lo mismo podríamos decir de la zanahoria, los higos secos, las coles,etc.

Las personas que tienen cerca la naturaleza pueden beneficiarse del consumo de las plantas silvestres comestibles, cuyas propiedades van más allá del valor nutricional de las verduras. Comer plantas silvestres comestibles puede ser altamente beneficioso debido a la riqueza en fitoquímicos que estas contienen (más información).

La fitoterapia escondida en la cocina

Otras plantas son hierbas que pueden mezclarse con los alimentos, aportándoles su peculiar sabor y dándoles, al mismo tiempo, sus propiedades medicinales. Pueden utilizarse frescas o secas, en cuyo caso debemos machacarlas para poder espolvorearlas sobre la comida. Dentro de estas tendríamos hierbas aromáticas como el romero, la menta, el orégano, la verdolaga, etc.

Aparte de estos dos casos, la mayoría de las plantas medicinales deben someterse a procesos capaces de extraer los principios activos medicinales para que puedan ser absorbidos por el organismo.

¿Qué cantidad de planta utilizar?

Cuando nos proponemos hacer cualquier remedio casero, debemos tener muy en cuenta qué cantidades tanto de planta como de líquido se deben utilizar. Asimismo, si se menciona en la receta el peso de una planta, deberemos asegurarnos si se trata de peso en seco o de la planta fresca.

Uso interno y uso externo

Las distintas preparaciones pueden estar elaboradas para utilizarse en uso externo o en uso interno y es importante conocer las diferencias.

Toallas calientes con jengibre son un remedio para el dolor de espalda (Hacer clic sobre la imagen para más información)

Las preparaciones de uso externo suelen tener una aplicación localizada, por ejemplo, aplicar aceite de menta sobre la espalda para aplicar un masaje contra el dolor muscular. Estas preparaciones suelen ser más concentradas.

Otras veces se denominan de uso externo a los remedios destinados a aplicarse directamente sobre las mucosas, como las gárgaras o los enemas.

A diferencia de la creencia popular, estos remedios no son inocuos y tienen contraindicaciones. Existen ciertos componentes de las plantas que pueden penetrar la piel y absorberse, o en el caso de los enemas o lavativas también existen peligros.

Los remedios de uso interno, aunque son más populares (sobre todo las infusiones), también tienen contraindicaciones importantes. El primer peligro lo encontramos al utilizar una cantidad inadecuada. Por ejemplo, la manzanilla (Matricaria chamomilla) es una planta vomitiva si nos excedemos en la dosis, especialmente en niños, que son más sensibles a las plantas.

DISTINTAS PREPARACIONES MEDICINALES

Más información sobre las plantas medicinales

Escrito por Editorial Equipo de Botanical-online encargado de la redacción de contenidos

28 abril, 2021