Contenidos
- 1 Ejemplos de plantas que se adaptan al medio
- 1.1 ¿Qué adaptaciones tienen los cactus y otras plantas suculentas?
- 1.2 ¿Cuáles son las principales adaptaciones de los cactus?
- 1.3 Suculencia de los cactus
- 1.4 Ejemplo de suculencia en los cactus
- 1.5 Tallos esféricos o columnares de los cactus
- 1.6 Espinescencia foliar de los cactus
- 1.7 Pubescencia de los cactus
- 1.8 Adaptaciones radiculares de los cactus
- 1.9 Metabolismo ácido de los cactus (C. A. M)
Ejemplos de plantas que se adaptan al medio
¿Qué adaptaciones tienen los cactus y otras plantas suculentas?
¿Por qué los cactus son tan jugosos? ¿Por qué tienen espinas? Los cactus (Cactaceae) se desarrollan en lugares muy secos y calurosos, con precipitaciones anuales medias inferiores a 200 mm y con temperaturas superiores a 45ºC. Para poder sobrevivir a estos lugares tan extremos, han tenido que adaptarse. Esta adaptación es lo que les otorga sus principales características.
Foto de cactus y algunas otras plantas suculentas en el desierto de Oaxaca, México.
¿Cuáles son las principales adaptaciones de los cactus?
Entre las adaptaciones más importantes de los cactus, mencionaríamos las siguientes:
- Suculencia de los cactus
- Tallos esféricos o columnares
- Espinescencia foliar de los cactus
- Pubescencia de los cactus
- Adaptaciones radiculares de los cactus
- Metabolismo ácido de los cactus (C. A. M)
Suculencia de los cactus
Los cactus son plantas suculentas. La suculencia es la capacidad de los tejidos en acumular agua. Como las lluvias en los lugares donde habitualmente crecen los cactus son muy esporádicas, estas plantas se ven en la necesidad de almacenar en sus tallos gran cantidad de líquido, al que pueden recurrir en los periodos de sequía.
La suculencia o engrosamiento es un fenómeno de adaptación que se produce en ecosistemas donde las precipitaciones son muy escasas, muy irregulares, o donde la tierra tiene poca capacidad de almacenar agua. Se da especialmente en zonas áridas, donde las precipitaciones son pobres (desiertos, tierras áridas mediterráneas, etc.), pero también sobre rocas, terrenos cársticos o suelos arenosos con poca capacidad de retener agua.
Ejemplo de suculencia en los cactus
Como ejemplo de retención de líquido en una planta, podemos poner el saguaro (Carnegiea gigantea), que es el cactus más grande del mundo. Un ejemplar de este cactus de 1 tonelada de peso es capaz de pesar hasta 10 toneladas después de una tormenta, con lo cual ha absorbido unos 9.000 litros de agua. Con esta provisión, puede aguantar hasta dos años de sequía.
Tallos esféricos o columnares de los cactus
Foto de cactus asiento de suegra o barril de oro (Echinocactus grusonii). Otra de las adaptaciones de los cactus es que son poco ramificados y que presentan muchas espinas
La propia forma de los tallos de los cactus responde a la necesidad de acumular agua. La mayoría de cactus tienen tallos esféricos o columnares, lo que les otorga un volumen superior con una exposición menor de su superficie al aire.
Esto les permite una mayor reserva de líquidos y un contacto menor con el medio seco, lo que disminuye la pérdida de agua. A esta misma finalidad responde también el hecho de que la mayoría de ellas están poco o nada ramificadas (puden presentar forma de barril, columnares, esféricos, arbustivos o opuntias).
Los pliegues que presentan en los tallos responden a la necesidad de conseguir una mayor superficie con una menor exposición al sol, con lo que se evita la pérdida de agua. Además, actúan como verdaderos «fuelles» permitiendo que la planta pueda expandirse cuando absorbe líquido. De ahí que, después de «beber» mucho, presenten formas más redondeadas y menos angulares.
Espinescencia foliar de los cactus
La espinescencia foliar es la transformación de hojas en espinas, que se presenta en todos los tipos de cactus, salvo en aquellos de los géneros Pereskia y Pereskiopsis.
Detalle de las espinas insertadas sobre las areolas en el Tricocreus validus.
Con la espinescencia foliar se reduce la evaporación y se protege del ataque de los animales, quienes en muchos casos se ven obligados a aprovechar aquellas partes más vulnerables, como los frutos o las semillas. De esta manera, estas plantas aseguran además la dispersión de la especie.
Esta transformación lleva consigo la aparición de unas zonas especializadas en el lugar donde nacen las espinas, llamadas areolas, en forma de endurecimientos. Estas zonas equivaldrían a las ramas en el resto de los vegetales.
Pubescencia de los cactus
La aparición de pelos o pubescencia en algunas de estas plantas responde tanto al deseo de reflejar los rayos solares, para evitar la deshidratación o protegerse de las quemaduras, como a la intención de protegerse de las bajas temperaturas nocturnas.
Especies con pubescencia suelen vivir habitualmente en lugares elevados donde se producen grandes contrastes térmicos entre el día y la noche, tal como ocurre en el genero Oreocereus, que habita en la cadena andina.
Detalle del cactus piloso Viejo hombre de los Andes (Oreocereus celsianus)
Adaptaciones radiculares de los cactus
Dadas las peculiares condiciones en que se producen las lluvias, los cactus han desarrollado un sistema radical muy peculiar. Sus raíces son poco profundas, de modo que el agua de la lluvia se filtra rápidamente en capas profundas del suelo, para estos vegetales inalcanzables. Pero, como tienen que absorber el máximo volumen de agua de la lluvia en poco tiempo, las raíces aunque poco profundas, se extienden mucho en longitud, con lo que se consigue un sistema radicular amplio. Así, por ejemplo, las raíces de un saguaro de 15 m de altura pueden llegar a extenderse hasta más de 20 m de distancia del tallo.
Este sistema radicular superficial y amplio permite aprovechar al máximo el agua de la lluvia, pues en medios donde éstas no son abundantes, muchas veces el agua no penetra en las capas más internas del suelo. Además, las raíces superficiales también podrían aprovechar el agua condensada a ras de suelo (rocío).
Lámina infografía sobre las adaptaciones de las plantas en medios áridos, poniendo a los cactus como principal ejemplo de plantas crasas o suculentas.
Metabolismo ácido de los cactus (C. A. M)
El particular proceso fotosintético que llevan a cabo las plantas crasas, entre las que se encuentran los cactos, explica como estas plantas han evolucionado para soportar condiciones de sequedad ambiental extraordinarias.
La mayoría de los vegetales en el proceso de la fotosíntesis necesitan abrir los estomas para absorber dióxido de carbono y expulsar oxigeno, con la consecuente pérdida de agua por transpiración. Los cactus solamente abren los estomas por la noche, par evitar la deshidratación. Así pues, el intercambio de gases se realiza en la oscuridad.
Los cactus expulsan el oxígeno a la atmósfera y absorben dióxido de carbono, que se mantiene en forma de ácido (generalmente ácido málico) hasta la mañana siguiente cuando la planta, en presencia de la luz solar, realizará la función clorofílica y extraerá el dióxido de carbono del ácido para transformarlo en azúcar. Este proceso se denomina C. A. M (por sus siglas en inglés de Crassulean Acid Metabolism), porque fue observado por primera vez con las crasuláceas.
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Más información sobre adaptaciones de las plantas.
13 junio, 2021