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¿Qué nutrientes necesita el perro?
Proteínas para el perro
Las proteínas son componentes esenciales de las células y sirven para construir y regenerar nuestros tejidos. Además, las proteínas son la materia prima para la formación de hormonas y enzimas. Otra función de las proteínas es la de defensa, en la formación de anticuerpos.
Hay unas mayores necesidades en proteínas durante la etapa de cachorro, durante el embarazo y durante la lactancia.El perro adulto, sin llegar a tener unas necesidades tan altas como una hembra preñada, también necesita ingerir nuevas proteínas porque pierde un gran número de ellas a través de la orina, de las heces y a través del pelo.
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De cara al aporte de proteínas, es importante fijarnos en la calidad de la proteína, que depende de su digestibilidad así como del perfil de aminoácidos (las proteínas son cadenas formadas por aminoácidos). En el perro, la digestibilidad de la proteína puede variar del 50% en los cereales hasta el 95% en la proteína de leche.
El perfil de aminoácidos es importante porque refleja cuáles de los 23 aminoácidos existentes están presentes en la proteína, teniendo en cuenta que 10 aminoácidos son esenciales en el perro: triptófano, histidina, leucina, isoleucina, metionina, arginina, lisina, fenilalanina, valina y treonina.
La leche y los huevos contienen una gran cantidad de aminoácidos esenciales, mientras que la cantidad de aminoácidos en los cereales es mínima. Por eso, es preferible alimentar a nuestro perro con proteínas de carne que de cereales.
Son fuente importante de proteínas las legumbres, la carne, los huevos y la leche. Los aminoácidos esenciales no pueden ser sintetizados en cantidad suficiente por el cuerpo, por lo que deben ser aportados en la dieta. Los aminoácidos no esenciales son igual de necesarios pero pueden ser sintetizados por el animal si dispone de suficiente materia prima.
Una deficiencia de proteínas se hace visible con una serie de síntomas como son la falta de crecimiento, la pérdida de peso, el pelo mate y áspero, la inapetencia y una mayor propensión a enfermedades. Por otra parte, tendremos que tener en cuenta que suministrar un exceso de proteína para dar más masa corporal sólo produce grasa.
Grasas para el perro
La grasa tiene varias funciones en la nutrición del perro: fuente de energía, aumenta la palatabilidad de muchos alimentos, aporta vitaminas A,D,E y K, sirve para producir hormonas, etc. Además, las grasas (también llamadas lípidos) proporcionan ácidos grasos. Los ácidos grasos se usan en la construcción de la pared celular y en la síntesis de las glándulas prostáticas.
Como en las proteínas, en los lípidos (grasas) también encontramos ácidos grasos esenciales. En los perros son el ácido linoleico (omega-6), el ácido linolénico (omega-3) y el ácido araquidónico. Una falta de ácido omega-6 supone un pelo seco y áspero, caspa, lesiones de la piel y disminución de la fertilidad.
Los pelos que tengan esta deficiencia se les debe suministrar un suplemento dietético elaborado con aceite de maíz. El aceite de maíz es una fuente rica en omega-6.
Para asegurar que se cumplen las necesidades diarias de todos los nutrientes, es importante dar la grasa en pequeñas cantidades. Si administramos una dieta con un alto contenido en grasa puede que necesite el suplemento de los otros nutrientes.
Si las dietas contienen un alto contenido en grasas poliinsaturadas pueden ponerse rancias, además pueden suponer la destrucción de otros nutrientes como la vitamina E.
Los perros que hacen mucho ejercicio tendrán mayores necesidades en grasas que la alimentación de base. Las grasas malas presentes en galletas o pastas se deben evitar al máximo. Sin embargo, las grasas que se encuentran en pescados y en ciertos aceites, como el aceite de oliva o las semillas de lino, son muy importantes, ya que proporcionan ácidos grasos beneficiosos para el organismo del perro.
Estas grasas buenas contienen ácidos omega-3, omega-6 y omega-9 (ácido oleico) y son necesarias para mantener un pelaje brillante, así como para el corazón. Puede añadir una cuchara sopera de estos aceites en la ración de comida.
Hidratos de carbono para el perro
Existen 3 tipos de hidratos de carbono en la comida: almidones, azúcares y polisacáridos. Los carbohidratos se presentan a menudo en forma de maíz, de soja o de trigo.
Los almidones (cadenas formadas por azúcares) son bien digeridos una vez el almidón está tratado (cocido o triturado).
Los perros alimentados con cereales no triturados o con patatas crudas tienden a padecer de diarrea y gases porque el almidón se fermenta por las bacterias del intestino grueso.
Los azucares, en cambio, por si solos son fáciles de digerir y son palatables. Los polisacáridos se agrupan bajo el nombre de fibra dietética. Recorren el aparato digestivo prácticamente sin sufrir variaciones, añadiendo volumen.
La fibra es importante en caso de estreñimiento, diarrea u obesidad porque actúa como una esponja reteniendo agua. Sin embargo, la incorporación de un alto contenido de fibra en la dieta en perros sanos puede disminuir la posibilidad de absorber otros nutrientes, sobre todo los minerales.
Los niveles adecuados de fibra son de un 10% máximo de la materia seca del alimento. Aunque el perro puede utilizar muy bien los hidratos de carbono como fuente de energía, no es un requisito esencial en su dieta. Ello se debe a que el perro puede puede sintetizar la glucosa de la grasa y de la proteína (si están presentes en suficientes cantidades). No obstante, hay excepciones. Cuando la hembra está preñada, puede necesitar glúcidos en su dieta para dar a luz a cachorros sanos.
En perros ancianos, sedentarios o enfermos será preferible que la alimentación contenga una tasa de carbohidratos más alta.
Agua para el perro
El agua forma parte de la constitución del animal. El perro adulto está constituido el 60% por agua. Los cachorros hasta un 80% son agua.
Se debe considerar al agua como un alimento. Es muy importante el agua para la supervivencia del animal. La falta de agua lleva a la muerte mucho antes que la carencia de cualquier otro nutriente. Hasta el punto de que un perro puede perder hasta un 40% de su peso corporal por no comer, pero no puede resistir la pérdida del 10% en agua.
El agua es necesaria para muchas funciones del cuerpo como son: vía de eliminación de residuos metabólicos a través de la orina, medio de transporte (sangre), realización de la digestión, regulación de la temperatura corporal, como lubricante.
Existe siempre cierta pérdida de agua corporal, por lo que la ingestión de agua es muy importante. Un perro de talla media alimentado con una dieta a base de comida seca puede beber 2 litros de agua al día.
El agua se obtiene de la bebida en forma líquida, en el alimento y como resultado de la degradación de los nutrientes (agua metabólica). El agua se elimina por la orina, por las heces o por evaporación.
Es muy importante que nuestro perro disponga permanentemente de un cuenco de agua fresca. Para eliminar el cloro, podemos dejar el agua en un recipiente durante 24 horas.
Aunque le retiremos el agua a nuestro perro por la noche, ello no reducirá el riesgo de que se orine por la noche.
Deberemos evitar de cambiar el agua de forma brusca, ya que puede suponer la aparición de diarreas en el perro.
Durante los viajes, deberemos vigilar de traer agua porque en coche el perro se deshidrata con mucha facilidad.
Si viajamos a países extranjeros, es aconsejable traer botellas de agua antes que proveerse del agua del grifo.
Vitaminas para el perro
Pese a que se necesitan en muy pequeñas cantidades, las vitaminas son necesarias para las funciones corporales y para la salud del animal. Son importantes para el buen funcionamiento del metabolismo.
Las vitaminas, generalmente, no pueden ser sintetizadas por el organismo. Sin embargo, el perro puede sintetizar la vitamina C.
Se clasifican según su solubilidad con la grasa o el agua. Las vitaminas hidrosolubles (solubles en agua) se eliminan por la orina cuando se dan en exceso porque no se retienen en el cuerpo. Las vitaminas liposolubles (solubles en grasa) son retenidas en el cuerpo cuando se suministran en exceso. Son vitaminas hidrosolubles la vitamina C y la vitamina B. Son vitaminas liposolubles la vitamina A, D, E y K.
Las vitaminas se describen por los síntomas más importantes que aparecen tras su deficiencia.
La vitamina A es importante para una visión correcta, para la reparación de los tejidos del organismo, para mantener la piel en buen estado, etc.
La vitamina D está relacionada con el sistema inmunitario y con la piel.
La vitamina E está implicada con la reproducción o con el aparato circulatorio.
Todas las vitaminas tienen síntomas en común, como son inapetencia o falta de crecimiento. Un exceso de vitamina A y D produce problemas serios como son malformación ósea y calcificación de los tejidos blandos. De ahí que, administrar suplementos vitamínicos porque sí puede suponer un gran problema. Sin embargo, la vitamina E o K no suelen presentar toxicidad.
Se emplean los complementos vitamínicos cuando el perro se abastece con alimentación casera, durante el crecimiento del cachorro, la gestación o la lactación, así como cuando existen carencias en alguna vitamina.
Minerales para el perro
Los minerales están presentes en la mayoría de alimentos, por lo que su deficiencia no es muy probable.
Se requieren en muy baja cantidad, pero son importantes para el funcionamiento del organismo. Se adquieren a través de las plantas o de los animales. El perro necesita unos 20 minerales, como el calcio, el fósforo, el hierro, el magnesio, el potasio, el cinc, el cobre o el iodo.
Los minerales tienen como funciones importantes:
– componente estructural del esqueleto (calcio y fósforo).
– enzimas y otras proteínas (hierro y hemoglobina).
El calcio es bueno para la formación de los huesos, así como de los músculos y de los nervios. El potasio interviene en el equilibrio del agua. El cinc participa en la digestión.
Se debe evitar la suplementación indiscriminada, puesto que muchos minerales son tóxicos en sobredosis prolongadas.
Energía para el perro
Un elemento muy importante que proporciona el alimento es la energía. La energía es necesaria para el ejercicio, para mantener la temperatura corporal, para la respiración o para el latido del corazón.
La energía la obtiene el animal de las grasas, de las proteínas y de los hidratos de carbono (también llamados glúcidos) de la dieta. 1 gramo de grasa aporta 9 kcal, mientras que 1 gramo de proteínas o de glúcidos aportan 4 kcal.
Existe un gran número de factores que influyen en las necesidades de energía, como el embarazo, la lactancia, el crecimiento en cachorros, el peso del animal, etc. En el perro adulto, el factor que más condiciona las necesidades energéticas es el peso del animal. Al aumentar el peso del animal, proporcionalmente disminuye las necesidades en energía. De este modo, las razas más grandes, como el mastín de los Pirineos o el boyero de Berna, requieren 20 calorías por cada 450 g de peso corporal por día, mientras que las razas de perro de pequeño tamaño, como el carlino o el pequinés, necesitan 40 calorías por cada 450 g de peso corporal por día.
Como el gato, el perro está provisto de una potente dentadura para cortar, desgarrar y masticar carne. Sin embargo, a diferencia de su pariente el gato, el perro muestra una mayor flexibilidad en su dieta que la compuesta exclusivamente de carne como adaptación a convivir con el ser humano.
Una ingestión excesiva tanto de glúcidos, como de proteínas o grasa supondrá la acumulación de energía en forma de grasa corporal. Si nos vamos al caso contrario, la carencia resultará en una falta de crecimiento en los cachorros o una perdida de peso en el animal adulto.
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7 junio, 2021